
En octubre de 2016 estábamos desatados, ya habíamos comprado hacía pocos días los billetes para nuestra ruta por la Toscana y nos llegó un email con ofertas de Ryanair. Deberíamos quitar la suscripción de esos emails, nos pierden. Esta vez elegimos como destino Oporto y el Valle del Douro.
A pesar de que solemos rechazar volar con esa compañía (por el mal trato, las malas experiencias que hemos tenido, aunque ninguna de importancia, y que los vuelos nos suelen parecer incómodos por muchas razones), el precio era una ganga, y eso que estábamos mirando los billetes en premium con todos los extras. Para un vuelo de menos de dos horas podíamos aguantar.
Así que, sin pensarlo mucho, íbamos a estar 5 días en Oporto en junio, dos semanas después de volver de recorrer la Toscana en 10 días y a menos de un mes de irnos 17 días a Canadá, El verano más intenso de lo que llevábamos de vida.