Fez, considerada capital religiosa y cultural de Marruecos, es el segundo destino turístico del país después de Marrakech y es la más antigua de las ciudades imperiales del país (las otras tres son Meknes, Marrakech y Rabat). Antes nuestro viaje de 4 días en Fez, era una gran desconocida para nosotros, pero si estáis pensando en una escapada a Marruecos, os recomendamos que vayáis a esta vibrante ciudad.
Viajar a Fez es hacer un viaje en el tiempo, su antigua medina o ciudad amurallada, declarada Patrimonio Mundial por la Unesco en 1981, es un entramado laberíntico de más de 9000 callejuelas muchas de las cuales no aparecen ni en los mapas.
Aquí el ritmo del día a día se rige por los horarios de la oración, os envolverá el ambiente bullicioso y caótico de los zocos repletos de puestos donde la gente, los burros y las carretas van y vienen, los artesanos aún a día de hoy trabajan en sus pequeñas tiendas y talleres, las pieles se curten con los métodos tradicionales en un espectáculo de colores y olores, y los pequeños restaurantes locales ofrecen una de las mejores gastronomías de Marruecos. ¿Nos acompañáis a descubrirla?
En esta entrada os dejamos los datos prácticos que consideramos que os pueden ser de utilidad a la hora de organizar un viaje a Fez, una ciudad marroquí aún poco conocida y menos turística que otras del país, como Marrakech.
Los ciudadanos españoles no necesitan visado para entrar en Marruecos, solo se exige el pasaporte en vigor con una validez mínima de 6 meses.
La estancia máxima legal permitida para turistas es de 6 meses al año y no más de 3 meses en cada período de 6 meses.
Hay que rellenar un formulario de inmigración nada más llegar al aeropuerto (llevad un bolígrafo, parecerá una tontería, pero solo hay un par de ellos en las mesas y se forman largas colas porque nadie tiene).
En la aduana, el trámite es rápido. Simplemente preguntan dónde os alojáis, la profesión y os toman fotografías.
Lo recomendable es cambiar divisa y llevar suficiente dinero en efectivo. Hay cajeros en toda la ciudad, sobre todo en Ville Nouvelle y en Fes el-Bali cerca de la Puerta Azul (Bab Bou Jeloud) y de la Place R´Cif (cobran una comisión de 350 dirhams, unos 3,5€). También encontraréis casas de cambio en el aeropuerto, en la ciudad y en los hoteles.
Si os quedáis sin efectivo, en muchos sitios aceptan euros, pero no os confiéis (nosotros pagamos con ellos en el hotel, en muchas de las tiendas de artesanía, en restaurantes y a los guías y conductores de las excursiones).
Nosotros aconsejamos cambiar la moneda en la web de Ria o en sus oficinas antes del viaje (siempre que el país lo permita). Suelen tener buen cambio.
Aunque curiosamente el uso de la tarjeta de crédito está más extendido en Fez que en Marrakech, no suelen aceptarlas en la mayoría de restaurantes más tradicionales ni en los pequeños negocios; sí suele aceptarse en los hoteles, riads y restaurantes grandes.
En Marruecos hay mucha costumbre de regatear, no demostréis demasiado interés por el producto y empezad ofreciendo poco más de la mitad del precio (aunque a nosotros no se nos da bien, sobre todo cuando ya nos ofrecen precios muy bajos de inicio). Importante, aunque les guste el juego del regateo es que no empecéis a hacerlo si realmente no estáis interesados en comprar o se enfadarán.
En Fez los vendedores no son tan insistentes como en Marrakech, nosotros no sentimos en ningún momento que nos atosigaran ni agobiaran, puedes mirar sin que te pregunten nada.
Aunque no es obligatorio, es recomendable dejar propina, en torno al 10%.
Cualquier momento es bueno para viajar a Fez. El clima es mediterráneo y las temperaturas son suaves durante todo el año, con un promedio de 20º, salvo los meses de verano que suelen ser más calurosos. La temporada alta y por tanto con mayor subida de precios coincide con los meses de abril, mayo, agosto, octubre, noviembre y diciembre, siendo los meses de enero y febrero los de menor afluencia de turistas.
La ciudad de Fez, sobre todo si os centráis en los puntos más importantes de la medina, se puede visitar fácilmente en uno o dos días. Si dedicáis más tiempo, podéis aprovechar para hacer alguna excursión a lugares cercanos como Meknes, Mulay Idrís o las ruinas romanas de Volubilis. También hay posibilidad de ir al desierto, pero se necesitan como mínimo dos días más.
En una ruta de unos 10-15 días por Marruecos, podéis dedicarle un día a Fez y visitar otras ciudades como Marrakech, Casablanca, Rabat, el desierto de Merzouga, las Garganta del Todra y el Dadès en el Alto Atlas o la ruta de los kasbah en Ourzazate.
Para disponer de conexión de datos en Marruecos, lo ideal es comprar una tarjeta eSIM de Holafly, se solicita online, se recibe vía email y se activa escaneando un código QR sin cambiar la SIM propia, manteniendo el número de teléfono en WhatsApp, disfrutando de la mejor conexión en el país, evitando pagos desorbitados con el roaming y olvidándose de buscar redes wifi.
Los idiomas oficiales son el árabe, el francés y la lengua bereber (veréis carteles y señales en los tres idiomas).
Muchos vendedores y camareros se defienden un poco con el español (con acento italiano curiosamente) y algunos chapurrean inglés, pero como siempre decimos, es mejor aprender algunas palabras y expresiones de cortesía en el idioma local:
Es imprescindible tener un seguro de viaje con buenas coberturas y más cuando se viaja a países en los que acudir al médico en clínicas privadas puede ser bastante caro, como el caso de Marruecos.
Nosotros tenemos un seguro de viaje anual con AMA. Además, empresas como Mondo y seguros iati ofrecen buenas opciones y coberturas en seguros de viaje internacional.
En Marruecos los enchufes son de 220 voltios con doble clavija redonda, compatibles con los de España.
Nuestro consejo es que llevéis también regletas para poder conectar varios dispositivos a la vez.
Las condiciones sanitarias en Marruecos son simplemente correctas, con clínicas privadas en las grandes ciudades cuyos profesionales se han formado normalmente en España y Francia, pero en las zonas rurales las instalaciones y servicios son de un nivel más bajo, con escasos recursos sanitarios.
No hay ninguna vacuna obligatoria para viajar a Marruecos pero se recomiendan la de la hepatitis A y la tuberculosis (si tenéis dudas lo mejor es pedir cita en el Centro Internacional de Vacunación con bastante antelación).
No bebáis nunca agua del grifo, siempre embotellada (sobre todo fuera de las ciudades) y no toméis frutas y verduras crudas para evitar la temida diarrea del viajero.
Comed siempre en lugares donde haya mucho movimiento de gente (habrá más rotación de comida y menos riesgo de proliferación de bacterias).
1. No beber nunca agua del grifo, siempre agua mineral embotellada, y no toméis frutas y verduras crudas.
2. Recordad que los musulmanes no pueden beber alcohol y los restaurantes no ofrecen bebidas alcohólicas (solo algunos hoteles o restaurantes más lujosos tienen licencia para ello).
3. Contratad siempre guías oficiales, nunca os fiéis de los falsos guías turísticos que os asalten por las calles.
4. Tampoco os fiéis de aquellos que os digan que tal monumento o calle está cerrada, puede que se quieran sacar una propina guiándoos por el camino más largo.
En Fez hay una amplia oferta de alojamientos a buen precio. Lo ideal es alojarse en la Medida Fes el-Bali, cerca de Bab Bou Jeloud o de la Plaza R’Cif, donde hay mucho ambiente tanto de día como de noche. Y lo más recomendable es hacerlo en un riad, una casa tradicional de estilo árabe con patio interior central y terraza con azotea.
Nosotros siempre miramos los alojamientos en booking.com (tienen una gran selección de hoteles, a buenos precios, muchos con cancelación gratuita) y comparamos con las webs de los hoteles por si hay mejores precios.
La gastronomía de Fez sigue manteniendo la esencia más tradicional de la cocina de Marruecos. Cualquier restaurante, desde los más turísticos a los más tradicionales, suelen ofrecer platos muy ricos y más o menos económicos, es difícil tener una mala experiencia. La mayor oferta de este tipo de locales la encontraréis en las medinas Fes el-Bali y Fes el-Jdid.
La sopa harira, el tajín, el cous cous, la ensalada marroquí, el kefta, el zaalouk, la pastilla (pastela) y los dulces marroquíes con té de menta son algunos platos típicos irresistibles.
En las medinas Fes el-Bali y Fes el-Jdid no hay más remedio que ir caminando, los vehículos no pueden acceder y sólo los burros y carretas pueden entrar para transportar mercancías. Para moverse por los alrededores y la Ville Nouvelle podéis utilizar los Petit taxi; o los Grand taxi para llegar al aeropuerto o a otras ciudades próximas.
Os dejamos varias entradas con más información sobre:
Os dejamos un mapa con los principales puntos de interés, además, en la entrada Qué ver y hacer en Fez tenéis mucha más información.
9 de enero de 2023