
Considerada el centro religioso y cultural de Marruecos, Fez es el segundo destino turístico del país después de Marrakeck. Es la más antigua de las ciudades imperiales del país (las otras tres son Meknes, Marrakech y Rabat) y su laberíntica medina ha sido declarada Patrimonio Mundial por la Unesco. Os dejamos en esta entrada una lista de curiosidades sobre la ciudad y un resumen de nuestros consejos y recomendaciones básicas.
Además tenéis toda la información que debéis saber antes de viajar a esta histórica ciudad en nuestra guía de Fez.
Antes de viajar
- No olvidéis el pasaporte o documento de identidad en vigor y con una validez mínima de 6 meses.
- Imprescindible llevar el billete impreso para la vuelta, lo exigen porque no hay lector de códigos en el aeropuerto de Fez. También llevad bolígrafo para rellenar los impresos de inmigración porque hay pocos y se forman largas colas.
- El uso de tarjetas de crédito está más extendido en Fez que en Marrakech, pero no suelen aceptarlas en la mayoría de restaurantes más tradicionales ni en los pequeños negocios; sí las aceptan en los hoteles, riads y restaurantes grandes.
- Nosotros viajamos con las tarjetas gratuitas sin comisiones de Revolut.
- Las condiciones sanitarias en Marruecos son simplemente correctas, con clínicas privadas en las grandes ciudades con profesionales formados normalmente en España y Francia, pero en zonas rurales las instalaciones y servicios son de un nivel más bajo. Es aconsejable llevar siempre un seguro de viaje. Mondo y seguros iati ofrecen buenas coberturas.
- No es obligatoria ninguna vacunación especial, pero se recomiendan la de la hepatitis A y la tuberculosis.
- Si no tenéis roaming gratuito, podéis comprar una eSIM de Holafly para viajar a Marruecos. Se solicita online, se recibe vía email y se activa escaneando un código QR sin cambiar la SIM propia). El precio dependerá del periodo de tiempo seleccionado.
Reservas anticipadas
- Os recomendamos contratar el traslado privado desde el aeropuerto, el precio es algo superior al taxi (20-25€), pero mucho más cómodo. Si vuestro alojamiento no os lo ofrece, podéis hacer la reserva del traslado desde el aeropuerto con Civitatis.
- También podéis reservar en la web de Civitatis visitas guiadas por la medina o excursiones a pueblos cercanos como Meknes y Moulay Idriss, a las ruinas romanas de Volubilis, al pueblo azul de Chefchaouen o al desierto de Merzouga.
- Si os gusta cocinar y aprender a preparar recetas locales, podéis reservar una clase de cocina en Fez con Get Your Guide.

Imprescindibles en la maleta
- No olvidéis el protector solar si vais en primavera y verano, hay muchas horas de luz y os pasaréis mucho tiempo pateando por la ciudad.
- Imprescindible llevar un calzado muy cómodo para caminar por las callejuelas adoquinadas de la medina.
- Aunque podrán daros asistencia sanitaria si la necesitáis, nosotros siempre llevamos un botiquín con lo esencial para hacer curas de primeros auxilios (tiritas, vendas, apósitos, suero fisiológico, antiséptico) y medicamentos básicos (antibióticos, antiinflamatorios, analgésicos, antihistamínicos, corticoides en crema).
Os dejamos una entrada con todos los imprescindibles en nuestra maleta para cualquier viaje.
Agua y comida
- Aunque no es obligatorio, es recomendable dejar propina, en torno al 10%.
- No bebáis nunca agua del grifo, siempre embotellada (sobre todo fuera de las ciudades).
- No toméis verduras crudas ni frutas sin pelar si no queréis tener un disgusto. La diarrea del viajero es frecuente.
- Comed siempre en lugares donde haya mucho movimiento de gente (habrá más rotación de comida y es menos probable que haya proliferación de bacterias).
- Recordad que los musulmanes no pueden beber alcohol y los restaurantes no ofrecen bebidas alcohólicas (solo algunos hoteles o restaurantes con licencia pueden venderlas).
- Evitad viajar durante la celebración del Ramadán, mes de ayuno, oración y reflexión. Durante este periodo, los musulmanes no pueden comer ni beber hasta que se pone el sol y será más difícil encontrar restaurantes que ofrezcan comida durante el día. Las fechas varían cada año, coincidiendo con el noveno mes del calendario islámico.
- Si hace mucho frío y queréis comportaros como un verdadero local, debéis desayunar en los mercados la famosa sopa de habas.
- Tenéis mucha información sobre los platos típicos y nuestros restaurantes recomendados en la entrada qué comer en Fez.

Otros consejos y curiosidades
- Fes El-Bali, la medina antigua de Fez, es la zona más antigua de la ciudad amurallada fundada en el S.VIII. Con más de 9000 callejuelas, está considerada como la mayor zona peatonal del mundo y fue declarada Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco en 1981 (junto con Fes el-Jdid, la medina nueva). Perderse por este entramado laberíntico de origen medieval os transportará a otra época (y es una de las mejores cosas que ver y hacer en Fez).
- Fez es la capital cultural y religiosa de Marruecos. En su medina se conservan muchos oficios tradicionales y varias madrazas o escuelas coránicas, además de albergar la universidad en funcionamiento más antigua del mundo, por la que pasan miles de alumnos para estudiar el árabe y la religión islámica.
- Los edificios de la medina antigua por fuera parecen ser simples casas de adobe, sin ventanas y muy rudimentarias, pero por dentro puedes encontrar verdaderas maravillas, con preciosos patios centrales de estilo andalusí, decorados con mosaicos, yesería y artesonados de madera (parecen pequeñas alhambras). Esto se debe a que los musulmanes no pueden presumir de riqueza de puertas para afuera.
- Muchos de los templos y madrazas solo permiten el acceso a musulmanes, y sólo si van a rezar.
- Veréis bastantes fuentes, fachadas, minaretes y tejados de edificios religiosos de color verde esmeralda, el color del Islam; pero también observaréis otras fachadas y puertas con muchos azulejos pintados de azul cobalto, el color de la ciudad de Fez. En la Puerta Azul Bab Boujloud tenéis los dos colores representados, el azul en la parte exterior y el verde en la interior.
- En los alrededores del Mausoleo de Moulay Idriss (llamado distrito sagrado) hay unas vallas de madera que impiden el acceso a esas calles a los burros. Hay sitios donde afirman equivocadamente que esta prohibición incluye a los judíos y cristianos.

- Las calles de la ciudad están llenas de gatos por todos lados, muchos de ellos esperando a alimentarse de los restos de comida, carne y pescado de los mercados. Nos hubiéramos traído unos cuantos en la maleta.
- Para ver las curtidurías tendréis que acceder a las terrazas de las tiendas de alrededor. Os darán una ramita de menta, cogedla porque la necesitaréis para enmascarar el olor desagradable del proceso de preparación de las pieles. Aunque la entrada es gratuita, siempre intentarán vender algún producto, pero no estáis obligados.

- En Marruecos, igual que en el Sudeste Asiático, hay que regatear siempre, no demostréis demasiado interés por el producto y empezad ofreciendo poco más de la mitad del precio. Lo importante, aunque les guste el juego del regateo, es que no empecéis a hacerlo si realmente no estáis interesados en comprar o se enfadarán mucho. Lo bueno es que en Fez los vendedores no son tan insistentes como en Marrakech.
- Contratad siempre guías oficiales, incluso lo podréis hacer desde vuestro alojamiento. Nunca os fiéis de los falsos guías turísticos que os asalten por las calles, además de ilegales, no están bien formados y os intentarán llevar a tiendas donde se sacan una comisión.
- En las ciudades de Marruecos hay muchísimos policías de paisano sobre todo en las medinas para proteger al turista de estos guías falsos y de agresiones o robos. También vimos muchísimos controles en carretera.
- En nuestra experiencia os podemos decir que la gente marroquí y los que se dedican al turismo son amables y os tratarán muy bien, pero cuidado con la picaresca. Desconfiad de cualquiera que venga con muy buenas intenciones y os pregunte dónde os dirigís o dónde os alojáis, intentarán llevaros por el camino más largo para sacar más propina. Tampoco os fiéis si os dicen que tal museo, monumento o calle están cerrados (escucharéis esta palabra en alguna ocasión, pero ignoradlos), intentarán llevaros por el camino más largo y os harán pasar por tiendas de amigos para llevarse su comisión. Con un educado “Laa, shoukran (No, gracias)” os dejarán de perseguir y molestar.
- Recorrer la medina por libre puede ser toda una odisea, incluso con mapas es fácil perderse por sus callejuelas. Nunca perdáis la referencia de las dos calles principales: Talaa Kebira (Gran Cuesta) y Talaa Sghira (pequeña cuesta). Además, han creado una serie de circuitos para recorrer por libre que están muy bien marcados con señales de distintos colores en los que está escrita la dirección de la ruta y una flecha con el sentido a seguir, esto facilita mucho la tarea y reduce las posibilidades de perderse. Aún así, no es complicado desorientarse. Si os ocurre, el GPS del móvil puede sacaros de más de un apuro. Si decidís recurrir a alguien para que os ayude a llegar a vuestro destino, lo más normal es que sea a cambio de una propina.

- Evitad la medina de noche, hay poca iluminación y es más insegura que otras zonas, aunque para nada es peligrosa y suele haber mucha gente por las calles principales a la hora de la cena. Como os hemos dicho, ignorad si alguien os dice algo o decidle que no educadamente.
- El hospital multidisciplinar Maristane Sidi Mej, actual zoco de la henna, probablemente sirvió de modelo para construir el primer centro psiquiátrico del mundo occidental, el Hospital de los Pobres Inocentes fundado por el Padre Jofré en Valencia en 1410 (actual sede de la Biblioteca Pública).

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