
La ruta del Río Borosa y la Cerrada de Elías es de las más conocidas del Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas. Y no es de extrañar, su belleza es impresionante. El camino discurre paralelo al curso del Río Borosa (uno de los primeros afluentes del Guadalquivir).
El trayecto completo tiene una distancia de casi 10 kilómetros (sólo ida), llegando hasta el nacimiento del río en el Embalse de Aguas Negras. El último tramo es el más complicado, con más desnivel, y atraviesa unos túneles excavados en la roca donde se aconseja llevar linternas. Calculad unas 3 horas de ida y otras tantas de vuelta si hacéis todo el recorrido.
Nosotros os proponemos hacer un sencillo sendero circular de 9,2 km desde el Centro de Visitantes hasta la zona con más encanto de todo el trayecto, la Cerrada de Elías, donde la garganta del río se estrecha entre paredes calizas, que se recorren por pasarelas de madera sobre el agua. Disfrutaréis de la gran riqueza de esta zona y comprenderéis por qué es tan famosa.
Tenéis más información sobre la comarca en la guía de la Sierra de Segura.
Consejos
- Debido a la popularidad de la ruta del río Borosa, debéis evitar los puentes y festivos porque suele estar muy masificada.
- Madrugad mucho y llevad protección solar y algún tentempié. Aunque hay varias fuentes a lo largo del recorrido, no están tratadas y no existe garantía sanitaria, mejor llevad agua.
- Poneos calzado adecuado, sobre todo para los últimos tramos más duros.
- Llevaos ropa de baño y toallas si vais en época estival, os apetecerá refrescaros en las limpias aguas del Río Borosa y la Cerrada de Elías.


Cómo llegar al Río Borosa
El inicio del sendero se encuentra situado muy cerca del Centro de Interpretación de la Torre del Vinagre, en el kilómetro 48 de la carretera A-319 (que une Peal de Becerro con Hornos de Segura), en el término municipal de Santiago-Pontones. Esta carretera de montaña es una ruta cinegética preciosa que va bordeando el Pantano del Tranco y cuenta con varios miradores.
Justo enfrente de la Torre del Vinagre, sale una estrecha carretera hacia el Centro de Visitantes del Río Borosa, que dispone de exposiciones sobre la riqueza fluvial del Parque Natural, además de contar con un amplio aparcamiento y un restaurante.


Inicio: Centro de Visitantes del Río Borosa (km 0)
Debéis bordear el centro de visitantes hasta llegar a la piscifactoría. Tras cruzar el puente sobre el río, encontraréis un pequeño aparcamiento y la entrada a la pista forestal cerrada por una barrera. Veréis un panel explicativo de la ruta.

Primer tramo: Charco de la Cuna – Puente de los Caracolillos (km 3,1)
Esta primera parte se hace por una pista amplia y prácticamente llana, con escasa dificultad. Es muy relajante recorrerla con el ruido del agua de fondo.
Nada más comenzar la ruta, veréis el Charco de la Cuna, un enclave precioso con varias cascadas y pozas profundas de aguas turquesas ideales para el baño.

Otra bonita zona la encontraréis unos metros más arriba, donde desemboca el Arroyo de las Truchas en el Charco de la Gracea, a través de unos canales excavados en la roca caliza (parece un tobogán natural). Se puede cruzar al otro lado por un pequeño puente de madera.

Segundo tramo: Puente de los Caracolillos – Vado Rosales (km 3,5)
Tras cruzar el puente de piedra, veréis una formación geológica impresionante, el Pliegue del Borosa, donde se aprecian todos los estratos de la montaña curvados en semicírculo, de ahí el nombre del puente.

Aquí se abandona la pista forestal para entrar en un sendero a la orilla del río, con una vegetación muy rica en encinas, hasta llegar a un pequeño cruce donde está señalizado el desvío a la derecha hacia la Cerrada de Elías.
En esta parte del recorrido hay poco desnivel, el río tiene poca velocidad y hay muchas zonas de remanso.


Tercer tramo: Vado Rosales – Cerrada de Elías (km 4,2)
Una vez se toma el camino a la Cerrada de Elías, el sendero cambia totalmente. Se estrecha muchísimo y discurre entre encinas, madroños y bojes en un terreno un poco más escarpado hasta adentrarse en la garganta excavada por el río a lo largo de milenios.

Es la parte más espectacular de la ruta, donde atravesaréis las paredes de roca caliza cubiertas de vegetación. Fijáos en una planta muy peculiar con hojas alargadas y carnosas repletas de pequeños insectos pegados en ellas, se trata de una especie endémica protegida, la «atrapamoscas» o Pinguicula vallisneriifolia.

En este tramo, se camina por pasarelas de madera que recorren el cañón bordeando todas las paredes, una pasada. Además, hay muchas zonas donde poder darse un buen refrescón (el agua está muy, muy fría, pero en los meses de más calor se agradece un montón).
Nosotros hicimos la ruta hasta este punto y volvimos por la pista forestal que regresa hacia el centro de visitantes (no pudimos regresar por la Cerrada de Elías debido a la situación de pandemia del Covid-19 en la que estábamos cuando hicimos la excursión).


Si sois más atrevidos o disponéis de mucho tiempo, podéis continuar hacia el nacimiento del río, pasando por la Cerrada de Fuente de Piedra, la Cerrada de Puente Toba, la Cascada del Rebosadero, la Cascada de la Calavera y el Salto de los Órganos (km 7,2) hasta llegar al Embalse o Nacimiento de Aguas Negras, a casi 10 kilómetros del inicio de la ruta. Un kilómetro más arriba, también se puede ver la Laguna de Valdeazores.
En estas últimas etapas, el sendero asciende y se hace cada vez más abrupto, sobre todo a partir de la central hidroeléctrica de los Órganos, con un desnivel de unos 500-600 metros. También se atraviesan un par de túneles excavados en la roca para conducir el agua hacia la central, en el Picón del Haza.

Dónde comer cerca del Río Borosa
Si habéis elegido la ruta corta que os proponemos, podéis comer en algún restaurante de la zona:
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- Os recomendamos el Restaurante – Asador Casa Javi y Carmen en la vecina población de Coto Ríos, a 7,5 km del inicio del sendero. Ofrecen una comida casera muy rica y con buena relación calidad-precio, el personal es muy atento y el local muy agradable, con una vistas preciosas a través de los grandes ventanales.
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- También podéis comer en Borosa Entrepeces Café, el restaurante del Centro de Visitantes del Río Borosa, con platos del día a muy buen precio.
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- Otra opción es tomar un picoteo en el Chiringito Jabalí, con una terraza a orillas del Guadalquivir, justo tras la desembocadura del Río Borosa (por las noches se acercan jabalíes a beber al río).
Si habéis llevado vuestra propia comida, hay muchas áreas recreativas con mesas a lo largo de la preciosa carretera que bordea el pantano del Tranco.
