Durante nuestro viaje de 15 días en Islandia, buscamos los mejores lugares donde poder ver frailecillos con más probabilidad y hemos querido dejároslos en esta entrada. No pudimos visitarlos todos pero sí tuvimos la suerte de disfrutar de estas curiosas aves en dos de ellos, sin duda una de las mejores cosas que ver y hacer en Islandia.
Los frailecillos (puffins en inglés) son unos pájaros curiosos con unos andares torpes, un cuerpo rechoncho con el pecho blanco y el dorso negro y llamativos colores rojos y naranjas en el pico y las patas. Por su aspecto han sido apodados «payasos del mar». Desde que los descubrimos mientras preparábamos el viaje, teníamos muchísimas ganas de poder verlos en directo en Islandia.
Anidan en muchas islas del norte del Atlántico, incluyendo Islandia, Groenlandia, Noruega y Canadá (Terranova y Labrador). Durante los meses de invierno y otoño no es posible observarlos porque pasan todo el tiempo en el frío mar abierto. En los meses de primavera empieza la época de cría (de mayo a agosto son los mejores meses para observarlos) y anidan en colonias sobre acantilados altos, excavando sus nidos bajo la hierba, desde donde se lanzan en picado hacia el mar en busca de los mejores peces, a los que capturan con el pico.
Consejos para ver frailecillos
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- La mejor época para verlos abarca desde el final de la primavera hasta mediados de verano (entre mayo y agosto).
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- El mejor momento del día para ver frailecillos es el atardecer, cuando la colonia vuelve de alta mar y las parejas se van turnando para pescar y cuidar el nido.
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- Llevad siempre los prismáticos para tener una mejor visión y las cámaras de fotos listas para disparar sin descanso.
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- Respetad las zonas acotadas, son para preservar el hábitat de las aves y no pisar sus nidos.
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- No hagais ruido.
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- Mantened una distancia prudencial entre las aves y vosotros para no asustarlas, tened en cuenta que están criando a sus polluelos.
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- No alimentéis a las aves, no debemos interferir en la vida salvaje.
Mapa de donde ver frailecillos en Islandia
1· Acantilados de Látrabjarg en Westfjords
Estos acantilados, situados en la punta más occidental de Islandia (en la región de Vestfirđir o Fiordos del Oeste), son para nosotros el mejor lugar para ver frailecillos en Islandia. Llegamos al atardecer de un día soleado de finales de mayo, la mejor hora y con la mejor luz, y pudimos ver un montón de frailecillos que se lanzaban hacia el mar para pescar o que salían de sus nidos para acicalarse las plumas y desperezarse. Un momento inolvidable.
Dónde verlos
La zona donde anidan está en el acantilado justo delante del faro y continuando un poco hacia la izquierda. Está protegida por unas vallas bajas para no pisar los nidos. Hay un sendero que sube por los acantilados con unas vistas impresionantes, pero aquí hay escasos nidos y sobre todo encontraréis gaviotas.
2· Isla Drangey en Skagafjörđur
Drangey es un islote con abruptos acantilados donde anidan frailecillos, situado en el fiordo Skagafjörđur, en el noroeste de Islandia (Norđurland Vestra).
Los barcos que organizan tours a Drangey parten del puerto de Sauđárkrókur. Suelen ofrecer excursiones breves de 1 hora y media navegando alrededor de la isla o excursiones de 4 horas en las que se incluye una ruta de senderismo dentro de la misma. Podéis informaros sobre la excursión a Drangey en este enlace.
3· Borgarfjördur Eystri en los Fiordos del Este

En nuestro recorrido por los fiordos del Este (Austurland) pudimos volver a ver frailecillos en el pequeño y recóndito pueblo de Borgarfjörđur Eystri. Llegamos al atardecer y la colonia estaba muy activa. Muchos estaban pescando en el mar y otros salían y entraban de sus nidos. Estuvimos un buen rato disfrutando de ellos.
Dónde verlos
En el puerto, hay un promontorio que lo cierra de manera natural cubierto de vegetación y con unas escaleras y unos senderos sobre plataformas que llevan a un mirador a la derecha y a una caseta de observación a la izquierda. En la caseta se pueden observar los frailecillos de cerca y resguardados del viento y el frío (agradecen dejar un donativo para la conservación en el buzón de la entrada).
4· Ingólfshöfði en el sureste
Es un peñasco privado situado en las playas del sur de Islandia entre Skaftafell y Jökulsárlón, sólo accesible mediante excursiones organizadas. La duración aproximada es de 2 horas y media. Se atraviesan 6 km de arena, fango y agua, en un carro de heno tirado por un tractor, y tras 25-30 minutos de trayecto, se accede al peñasco recorriendo un sendero de 2-3 km. Podéis reservar la excursión a Ingólfshöfði en esta web.
5· Dyrhólaey en Vík en el sur

Dyrhólaey es un promontorio con grandes acantilados situado al sur, cerca del pueblo de Vík í Mýrdal. Es un buen lugar para observar frailecillos pero debido a la masificación turística han tenido que cerrar el acceso durante los meses de cría al amanecer y al atardecer. Nosotros fuimos en mayo y sólo pudimos disfrutar de las vistas impresionantes de los acantilados y las playas, pero no vimos ningún frailecillo (ni con los prismáticos).
Dónde verlos
En todos los acantilados anidan los frailecillos, pero en la parte este hay más posibilidades de observarlos, justo en los peñascos y paredes que hay en el lado de la playa negra Reynisfjara, junto al aparcamiento. Las vistas desde el faro son espectaculares, aunque no haya frailecillos, es una de las visitas imprescindibles en Islandia.
6· Islas Vestman (Vestmannaeyjar)
Son un conjunto de 15 islas situadas en el sur de Islandia, donde se encuentra la mayor colonia de frailecillos del Atlántico.
Dónde verlos
Al sur de Heimaey, la isla principal y a la que se accede con el ferry o el avión, está la península de Stórhöfði, donde hay más posibilidades de ver frailecillos. Antes de llegar al faro, hay un camino a la derecha con una puerta de madera que lleva a una caseta al borde de los acantilados, para poder observarlos resguardados del viento. También se puede aparcar en el faro y recorrer los senderos que lo rodean.
7· Lundey en Reykjavík

En el puerto de Reykjavík hay muchas agencias que ofrecen una breve excursión a la isla de los frailecillos o Lundey, una isla deshabitada refugio de aves marinas, situada a 15 minutos de la ciudad. Suelen combinarla con avistamiento de ballenas.
Es una opción perfecta para los que no dispongan de mucho tiempo o sólo vayan a estar en Reykjavík.