Durante nuestro viaje por las Rocosas Canadienses, hicimos un recorrido impresionante que aún hoy día nos dibuja una gran sonrisa cuando lo recordamos. Nos encantaron su naturaleza salvaje, sus paisajes impactantes con vistas de infarto, el color de sus lagos y la altura de sus abetos, en definitiva, un viaje que nos marcó.
En esta entrada os dejamos una lista con las visitas y excursiones que nos parecen imprescindibles, aunque hay muchísimas más (en el día a día de nuestro viaje podréis descubrir todos los rincones que fuimos recorriendo y al final de la entrada tenéis un mapa de la ruta).
Si no conocéis las Rocosas Canadienses, ¡apuntadlas como próximo destino!
También podéis echar un vistazo a nuestra guía de Canadá, con toda la información que tenéis que saber para preparar el viaje.
1· Atardecer desde el faro en Lighthouse Park

El faro de Vancouver se encuentra a unos 20 km del centro de la ciudad, conduciendo por la carretera Marine Drive, que atraviesa preciosos barrios residenciales situados junto al mar (y que invitan a quedarse a vivir allí una temporada).
Al inicio de la península donde se localiza, hay un aparcamiento del que parte un sendero de unos 800 metros.
Os recomendamos ir a última hora de la tarde, la imagen del faro sobre las rocas con el mar y el cielo anaranjado del atardecer es impresionante.
2· Barrett’s View en Cypress Bowl Road

Subiendo por la serpenteante Cypress Bowl Road, se llega al mirador Barrett’s View, desde el que se tienen unas magníficas vistas de todo Vancouver y, si el día está muy despejado, también se puede ver el Mount Rainier de Seattle (EEUU) de fondo.
Está bien señalizado y el acceso es muy sencillo, con un aparcamiento amplio junto a la carretera.
3· Atravesar el puente colgante de Lynn Canyon
El Lynn Canyon Suspension Bridge, construido en 1912, está colgado a 50 metros de altura y tiene una longitud de 48 metros, para salvar los 38 metros que hay entre las paredes del cañón. Ha sido escenario de muchas películas y series.
Hay varios senderos que recorren el frondoso bosque del Lynn Canyon Park, con rincones muy chulos como las Twin Falls o la 30 Foot Pool, una poza de casi 10 metros de profundidad perfecta para bañarse los días calurosos de verano.


4· Recorrer la Sea to Sky (Highway 99) desde Whytecliff

Como su nombre indica, es la carretera que va del mar al cielo, uniendo la costa con las Coast Mountains. No suele estar muy concurrida, excepto los domingos. Los paisajes son espectaculares, la mejor carretera para iniciarse en los Road Trips.
Al inicio de la carretera, desde el extremo más occidental de Whytecliff Park en Horseshoe Bay, se tienen muy buenas vistas de Howe Sound, el fiordo más austral de Norte América. Con suerte, según habíamos leído, se pueden ver ballenas y otros cetáceos (nosotros no la tuvimos). Para acceder, tomad la salida 2 de la Highway 1 hacia Marine Drive, a 23 km del centro de Vancouver.
5· Subir al teleférico Peak 2 Peak en Whistler

El teleférico Peak 2 Peak posee doble récord Guinness, por ser el más elevado del mundo (436 metros) y por tener la mayor distancia sin soporte entre dos pilares (3024 metros). Une las montañas de Whistler y Blackcomb, realizando el trayecto en tan sólo 11 minutos.
El precio depende mucho de la época del año, aunque suele rondar los 70$CAD/45€. El acceso se puede hacer desde el Whistler Blackcomb o desde el Whistler Village Gondola. Aparte de sus proezas, las vistas del valle entre los dos picos son magníficas, con un poco de suerte se puede ver algún oso deambulando por el bosque.
6· Ver osos en el River Safari
No dejéis de hacer un River Safari en el pueblo de Blue River a primera hora de la mañana. A esas horas los osos se suelen acercar al río a beber agua y comer las bayas frescas de la orilla. Es fácil verlos, además hay menos afluencia de gente y se está más tranquilo.
El recorrido a través de los meandros del North Thompson River sobre una lancha motora es muy entretenido. Hay salidas cada hora (de 9:30 a 16:00), con un precio de 90$CAD/58€, y no es necesario reservar día y hora.

7· Admirar el Mount Robson

El Mount Robson es la cima más alta de las Rocosas Canadienses, con sus 3954 metros. Llegando desde Vancouver, en el kilómetro 200 de la Yellowhead Highway hay una panorámica de la carretera con el monte de fondo que es espectacular. Una buena bienvenida de las Rocosas nada más entrar en el Jasper National Park.
Unos dos kilómetros más adelante está el centro de visitantes, del que parten varios senderos que recorren los alrededores del monte. Abre de 8:00 a 16:00 todos los días.
8· Rutas por los lagos de Jasper

Alrededor de Jasper hay muchos senderos que recorren lagos de un color turquesa como el Beauvert, el Annette o el Edith Lake, y otros que parecen espejos como el Patricia Lake o el Pyramid Lake, este último con una preciosa isla unida por un pequeño puente de madera. Si tenéis suerte, veréis por la zona manadas de elks, los grandes ciervos canadienses.
Si hace buen tiempo, muchos de los lagos disponen de zonas habilitadas para el baño y para hacer picnic, con mesas y barbacoas.
Aquí os dejamos el mapa de los senderos de Jasper que llevábamos nosotros.
Jasper SkyTram
Si subís al Jasper SkyTram, las vistas desde arriba son espectaculares, se ven los lagos que rodean Jasper y todas las Rocosas desde el Whistlers Peak. La base está a 7km del pueblo accediendo por un desvío a unos 2km desde la Icefields Parkway. El precio es de 54,6$CAD/35€.
9· Visitar la Spirit Island en Maligne Lake
Desde Maligne Lake parten los ferrys hasta uno de los puntos más icónicos de las Rocosas, una pequeña isla llena de misterio en un enclave espectacular (aunque está demasiado masificada para nuestro gusto).
En la web de Pursuit, podéis reservar con antelación el crucero por el Maligne Lake, para aseguraros una plaza (75$CAD/50€). Los ferrys operan de finales de mayo a principios de octubre, de 9:00 a 16:00 (8:45 a 18:00 en verano).
Según la leyenda, dos jóvenes de tribus enemigas se enamoraron y se veían en secreto en la pequeña isla del Maligne Lake. La joven le confesó su amor a su padre y éste le prohibió volver a reunirse con su amado. Sin embargo, él siguió yendo a la isla durante toda su vida hasta que finalmente murió en ella, donde su espíritu permanecerá eternamente.
Podéis aprovechar para recorrer la ruta circular del Mary Schaffer Loop, a orillas del lago, hasta el mirador del mismo nombre. En total es poco más de un 1km de ida y vuelta y las vistas desde el mirador son espectaculares.
Si queréis aprovechar para tomar algo, el Maligne Lake Lodge ofrece un autoservicio de comida y mesas en la terraza con vistas al lago (aunque es un poco caro para la calidad que tiene, como suele pasar con estos sitios turísticos).

10· Recorrer el Maligne Canyon

Esta ruta es una de las más bonitas de los alrededores de Jasper. Os aconsejamos madrugar mucho para hacer todo el sendero a lo largo del cañón del Maligne River, atravesando todos sus puentes y gargantas.
El centro de visitantes está en la parte final del recorrido (o al inicio, según dónde se decida empezar).
Lo más habitual es comenzar en el Fifth Bridge o en el centro de visitantes (en el caso de los autobuses), pero nosotros lo iniciamos en el Sixth Bridge, el acceso más lejano al cañón, para hacer el sendero número 7 completo que dura unas 3,5h. Un recorrido impresionante.
11· Mount Edith Cavell y Glaciar Angel

El glaciar Angel se encuentra muy cerca de Jasper, por la Highway 93A, una carretera cinegética ideal para ver animales salvajes, sobre todo osos (nosotros vimos un oso negro y un enorme oso grizzly). Las vistas desde arriba son de las mejores para ver de cerca la cola de un glaciar. Debido al riesgo de avalanchas, el sendero hacia el lago glaciar está cerrado.
El acceso es gratuito pero limitado y es necesario solicitar un permiso en la Oficina de Turismo de Jasper. Hacedlo el día de antes para aseguraros la entrada. La carretera sólo está abierta de mayo a septiembre, con horario de acceso a las 8:30, 11:00, 14:00 y 16:00.
12· Athabasca y Sunwapta Falls
Siguiendo por la Highway 93A en dirección a Banff, os encontraréis con dos de las cascadas más bonitas del Jasper National Park, el increíble volumen de agua hace que el ruido sea tan impresionante como las vistas. Es mejor ir muy temprano ya que suelen estar muy concurridas por su fácil acceso desde la carretera.
A 30 km de Jasper, se encuentran las Athabasca Falls, en un estrecho cañón con varias caídas de agua y un ruido ensordecedor. Hay varios miradores con vistas espectaculares. Para llegar el mirador inferior, hay que pasar por debajo del Time Tunnel, llamado así por ser una formación natural creada por el desgaste del agua durante milenios cuando el río discurría por ahí.
25 km al sur de las anteriores, se llega a las Sunwapta Falls, otra de las visitas estrella. Desde el puente se tiene una vista increíble de la cascada y la pequeña isla en mitad del río, envuelta por el agua brava justo antes de la caída.


13· Recorrer la Icefields Parkway

La Highway 99 (apodada Icefields Parkway por recorrer una amplia zona rodeada de glaciares) está considerada una de las carreteras más bonitas del mundo, y damos fe de ello.
Atraviesa las Rocosas de norte a sur, desde Jasper hasta Banff, y encontraréis muchos puntos panorámicos donde parar a hacer fotografías y desde los que observar cascadas, cañones, lagos y glaciares. Un espectáculo en sí misma.
No os perdáis el mirador Stutfield Glacier Viewpoint, la cascada Tangle Creek, el increíble Mistaya Canyon y el Bow Lake.
14· Subir al Columbia Icefield
Subir al Columbia Icefield con Glacier Adventure a primera hora en un snowcoach (un autobús con enormes ruedas de tractor para poder circular sobre el hielo) y pisar un glaciar, es una experiencia única. El color del hielo no se puede describir con palabras, y ver las enormes grietas de color azul con pequeñas corrientes de agua bajo tus pies es una pasada.
Ofrecen el servicio de mayo a octubre a partir de las nueve con subidas cada 15-30 minutos por 87$CAD/56€. Podéis reservar la excursión en la web de Pursuit, donde ofrecen paquetes o combos, que salen más rentables.
15· Mirador al Peyto Lake
Uno de los lagos más fotogénicos de las Rocosas Canadienses, y es que su color intenso azul turquesa acompañado de los picos que lo rodean y el frondoso bosque, hacen que merezca la pena ir hasta allí.
Desde el aparcamiento junto a la carretera, sale el Bow Summit, un pequeño sendero de subida hasta el mirador. Según las horas de día puede haber mucha aglomeración de gente (sobre todo cuando llegan los autobuses de turistas chinos).

16· Empaparse bajo las Takakkaw Falls

No dejéis de visitar la segunda cascada más alta de Canadá situada en Yoho National Park. El salto de agua, de 384 metros, es visible desde la carretera y hay un sendero de unos 2 km que lleva a la base. Por nuestra experiencia os decimos que es imposible acercarse sin acabar calado hasta los huesos debido a la gran cantidad de agua en suspensión.
La carretera de subida es preciosa y hay un tramo sinuoso con una pendiente de más del 20%. Hay que tener en cuenta que, normalmente, sólo se permite el acceso a ella de junio a octubre.
Spiral Tunnels
Muy cerca encontraréis los curiosos Spiral Tunnels, situados en Kicking Horse Pass, el tramo más complicado de la línea de ferrocarril del Canadian Pacific Railway en las Rocosas Canadienses. El tren debía ascender de los 330 metros de altitud en Field hasta los 1301 metros en este punto en menos de 16 km, y los estrechos valles y montañas escarpadas no ayudaban. Para salvar el desnivel se idearon dos túneles en espiral que fueron inaugurados en 1909, y que a día de hoy siguen en funcionamiento.
17· Subir al Plain of Six Glaciers desde Lake Louise

Aunque lo más famoso y visitado es el gran Lake Louise, nosotros os recomendamos hacer el sendero de 14 km que conduce al mirador del Plain of Six Glaciers, desde donde se disfruta de unas vistas impresionantes de los seis glaciares y el lago al fondo.
El recorrido se inicia en el Hotel Fairmont Chateau, bordea el Lake Louise y asciende por el bosque hacia el Mirror Lake y el Lake Agnes hasta llegar al final. El último tramo antes del mirador es el más complicado, caminando por una cresta, pero merece la pena el esfuerzo.
18· Alquilar una canoa
Una experiencia que puede parecer muy turística pero que es imprescindible, además, en medio del lago los turistas se diluyen y sólo queda la naturaleza. Es la mejor forma de ver el color real del agua de los lagos, con ese tono turquesa intenso. Dos ideales para ello son Emerald Lake y Moraine Lake, con un entorno y unos colores impresionantes.
El Emerald Lake se localiza en el Yoho National Park y es uno de los más bonitos y fotogénicos, con un puente de madera que comunica con una pequeña península llena de cabañas. Además de remar con la canoa, se puede recorrer un sendero circular y visitar el Yoho’s Natural Bridge, una formación rocosa que se asemeja a un puente de piedra sobre el río.
Moraine Lake también es de los lagos más icónicos de las Rocosas, con una localización espectacular. Se puede caminar al borde del lago o llegar hasta los Consolation Lakes a través de un sendero de unos 6km de ida y vuelta rodeando el pico Tower of Babel.

19· Conocer el Lake O’Hara
El Lake O’Hara es uno de los más bonitos de las Rocosas y con un entorno muy bien conservado, pero tan popular que su acceso está limitado. Si planeáis ir, debéis reservar con mucha antelación a través de un sistema de sorteo aleatorio de entradas, con un precio no reembolsable de 10$CAD/6,5€ por solicitud (nosotros nos quedamos sin poder verlo).
Se puede visitar en un día y reservar sólo el autobús o añadir hasta tres noches de camping (podéis iniciar el proceso de reserva aquí). Los horarios de autobús son 8:30 y 10:30 de subida y 9:30, 11:30, 14:30, 16:30 y 18:30 de bajada.
Otra opción es reservar en el hotel Lake O’Hara Lodge, pero las habitaciones se agotan enseguida. Durmiendo allí sí que se permite el acceso con el vehículo propio.
20· Hacer senderismo por el Johnston Canyon

Las gargantas del Jonhston Canyon son una de las visitas obligadas del Banff National Park tanto en invierno, cuando puede recorrerse por el interior, sobre el hielo; como en verano, momento en el que se puede disfrutar de la fuerza del agua desde los senderos y puentes. En esta época hay que ir muy muy pronto, es el sitio más visitado de las Rocosas, y los múltiples aparcamientos (sí, múltiples) se llenan enseguida.
El recorrido, de 2,7 km, no tiene ninguna dificultad y discurre entre senderos y plataformas elevadas sobre el río. A poco más de 1 kilómetro se llega a las Lower Falls a través de un túnel excavado en la roca, y tras 1,6 km están las Upper Falls, una caída de 30 metros que se puede ver desde la base o desde el punto más alto.
21· Recorrer la Lake Minnewanka Scenic Drive

Muy cerca de Banff, esta carretera cinegética circular recorre los preciosos Minnewanka Lake, Two Jack Lake (con su pequeña Spirit Island) y Johnson Lake (ideal para ir de picnic y bañarse). Con suerte, se pueden ver animales salvajes por los alrededores.
Volviendo a Banff por la Tunnel Mountain Road, hay un mirador hacia unas formaciones geológicas muy pintorescas, los hoodoos o chimeneas de hadas, una especie de columnas de roca débil coronadas por otra roca más resistente que las protege de la erosión.
Banff Gondola
Podéis subir a lo alto del Sulphur Mountain, a 2281 metros, con el teléferico Banff Gondola. Hay un recorrido por la cresta de la montaña hasta llegar a la antigua estación meteorológica.
El billete está incluido en algunos de los paquetes combinados de Pursuit. Nosotros elegimos el Jasper Ultimate Explorer que incluía Banff Gondola, Maligne Lake Cruise y Columbia Icefield Adventure.
Es necesario concretar y reservar la hora en el hotel Elk+Avenue el día de antes. Un autobús gratuito sale desde este hotel hacia la estación de la góndola.