
Si estáis planeando una escapada a la capital de Portugal, en esta entrada os dejamos un resumen de nuestros consejos y recomendaciones, aunque tenéis toda la información que debéis saber antes de viajar a esta magnífica ciudad en nuestra guía de Lisboa.
Antes de viajar
- No olvidéis el pasaporte o documento de identidad en vigor y con una validez mínima de 6 meses.
- Las tarjetas de crédito están aceptadas en prácticamente todos los restaurantes, tiendas y hoteles.
- Nosotros viajamos con las tarjetas gratuitas sin comisiones de Revolut.
- Si sois residentes en Europa, tendréis asegurada la asistencia sanitaria urgente en las mismas condiciones que los portugueses al solicitar la Tarjeta Sanitaria Europea. De todos modos es aconsejable llevar un seguro de viaje. Mondo y seguros iati ofrecen buenas coberturas.
- No es necesaria ninguna vacunación especial.
- Si no tenéis roaming gratuito, podéis comprar una eSIM de Holafly para viajar a Europa. Se solicita online, se recibe vía email y se activa escaneando un código QR sin cambiar la SIM propia). Ofrece datos ilimitados y el precio dependerá del periodo de tiempo seleccionado.
Reservas anticipadas
- Si visitáis Sintra, os recomendamos que compréis online las entradas a los principales puntos de interés: Palácio da Pena, Quinta da Regaleira y Castelo dos Mouros. Evitaréis las largas colas que se forman en las taquillas. Tenéis más información en la entrada qué hacer en Sintra en un día.
- Puede ser útil comprar la tarjeta turística Lisboa Card si tenéis pensado utilizar mucho el transporte de Lisboa y visitar muchos monumentos y ciudades como Sintra o Cascais. Es válida para usar el transporte público de manera ilimitada (red de metro, Carris, líneas de tren de Sintra y Cascais) y con entrada gratuita a las principales atracciones y puntos de interés de Lisboa y descuentos en otros lugares (Palacio Nacional de Sintra, Palacio da Pena, Quinta da Regaleira, Castelo dos Mouros, etc). El periodo de validez puede ser de 24, 48 ó 72 horas con un precio de 20€, 34€ ó 42€, respectivamente.
- Si escogéis el coche en lugar de utilizar el tren para visitar ciudades o regiones cercanas a Lisboa (como Sintra, Cascais o Estoril), no olvidéis reservarlo con antelación para aseguraros uno, sobre todo en temporada alta.

Imprescindibles en la maleta
- No olvidéis el protector solar si vais en primavera y verano, hay muchas horas de luz y debéis estar protegidos. Tampoco os debe faltar el chubasquero por si cae algún chaparrón.
- Imprescindible llevar un calzado cómodo para caminar por las empinadas calles de Lisboa.
- Aunque podrán daros asistencia sanitaria si la necesitáis, es útil llevar un botiquín con lo esencial para hacer curas de primeros auxilios (tiritas, vendas, apósitos, suero fisiológico, antiséptico) y medicamentos básicos (antibióticos, antiinflamatorios, analgésicos, antihistamínicos, corticoides en crema).
Os dejamos una entrada con todos los imprescindibles en nuestra maleta para cualquier viaje.

Otros consejos y curiosidades
- La historia de Lisboa no sería la misma sin el famoso terremoto de 1755, conocido como el Gran Terremoto de Lisboa. Este seísmo de 9 grados y 8 minutos de duración, destruyó gran parte de la ciudad. Fue seguido de un tsunami de 15 metros y un gran incendio que acabaron asolando Lisboa casi por completo y causando la muerte de casi 100.000 personas (su alcance llegó a muchos puntos de la geografía española como Salamanca o Jaén). Las ruinas del antiguo Convento do Carmo han quedado como testigo de aquel desastre natural.
- Cuando hablamos de Lisboa, nos vienen a la cabeza sus inmensas cuestas y miradores, por eso tiene el apodo de «la ciudad de las 7 colinas». Pero tranquilos, si os fijáis bien, encontraréis ayuda para salvar los desniveles: escaleras mecánicas entre edificios o dentro de las paradas de metro y aparcamientos, ascensores gratuitos en edificios (están bien indicados en la fachada con la palabra «elevador» y su nombre), y sus famosos funiculares y tranvías históricos.
- Gracias a este sube y baja de calles a lo largo de las colinas, hay un montón de puntos donde se tienen buenas panorámicas de Lisboa. Uno de nuestros miradores favoritos es el Miradouro da Graça. Ideal para tomarse una aperitivo en la terraza del quiosco Esplanada de Graça antes de comer o disfrutando del atardecer con la ciudad de Lisboa a tus pies. Tenéis toda la información en la entrada sobre los mejores miradores de Lisboa.
- Los fados son el alma del barrio tradicional de Alfama. A través de este canto, una persona expresa las vivencias y los sentimientos de melancolía y nostalgia, normalmente acompañada por una guitarra portuguesa. Las casas de fado son restaurantes que organizan espectáculos para amenizar las veladas. Una vez que se ha terminado de cenar, bajan la intensidad de la luz, se hace el silencio y se disfruta de la voz de los fadistas. Una de ellas es Clube de Fado, junto a la Catedral (tenéis más información en la entrada qué comer en Lisboa).
- Sin salir del barrio de Alfama, aprovechad para probar la ginjinha, un licor de cerezas muy dulce y adictivo que ofrecen algunas mujeres en sus domicilios particulares por un módico precio. El mejor, el de Doña Candelaria.
- Los mejores pastéis de nata los comeréis en Casa Pastéis de Belém, con una receta patentada en 1837, madrugad porque se suelen formar largas colas, sobre todo si pedís para llevar. Por ello os aconsejamos pedir una mesa en el interior, hay muchas salas disponibles y atienden con bastante rapidez.
- Si os gustan los mercados de pulgas, no dejéis de visitar la Feira da Ladra, un mercadillo de antigüedades y segunda mano que se instala en el Campo de Santa Clara (frente al Panteón Nacional), los martes y sábados de 09:00 a 18:00. Aprovechad para comer en el restaurante Santa Clara dos Cogumelos.
- Acercaos a la minúscula Livraria Simão, en el barrio de Baixa a los pies del Castelo de São Jorge, la más pequeña de Portugal, pero con una oferta de miles de libros.
- Las conservas de pescado lusas son muy apreciadas a nivel internacional, no olvidéis comprar unas latas en vuestra visita a Lisboa, las más típicas son las de sardina. Tan importantes son estas elaboraciones, que la sardina se ha convertido en un símbolo de la ciudad y de toda la gastronomía portuguesa en general. Las encontraréis de todos los tamaños y materiales: de metal, de cerámica, de tela, en imanes, etc.
- Fotografiad los famosos azulejos de Lisboa. A partir del S.XVI, Portugal se convirtió en un importante centro de producción a nivel internacional, y así sigue siendo en la actualidad. Prueba de ello son los miles de mosaicos que cubren y adornan las fachadas de muchas casas, palacios, museos e iglesias en todo el país. Los encontraréis de todos los colores y motivos, incluso los muros de las paradas del metro de Lisboa son obras de arte con el azulejo como protagonista.
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