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El viaje a Tanzania fue nuestra primera incursión en el África subsahariana. El país nos atrapó desde el primer momento, aunque el choque cultural fue bastante importante. Y por ello, el primer consejo que tuvimos que aplicarnos fue dejar nuestros prejuicios atrás, abrir la mente y no juzgar nada ni a nadie.

Tanzania (y África en general) es un destino especial, y aunque a nosotros nos gusta viajar por libre y organizarlo todo por nuestra cuenta, en este caso os recomendamos contratar una agencia local que os ayude con el itinerario, los alojamientos y, sobre todo, os permita llevar un guía-conductor especializado y experimentado para sacar el máximo provecho al viaje. Podréis adaptarlo a vuestras necesidades y preferencias, haciéndolo más personalizado.

Tened en cuenta que, aunque sea un viaje organizado, no deja de ser una aventura en la que recorreréis los parques nacionales en busca de animales salvajes. No es un zoo, por lo que unas veces habrá suerte y otras no tanta. Eso sí, cuando los avistéis en su propio hábitat, ya sea cazando, durmiendo, apareándose, etc., sentiréis la inmensa satisfacción que produce verlos en libertad y no podréis dejar de hacer fotos y vídeos.

A la hora de organizar el safari surgirán muchas dudas sobre qué parques visitar, qué ruta escoger, qué equipaje llevar, qué alojamientos elegir, cuál será la mejor época, etc.

En esta entrada intentamos despejar esas dudas y os damos consejos para que os lancéis sin miedo a hacer un safari por Tanzania, os adelantamos que estaréis deseando repetir.

También podéis ver la guía con todo lo que tenéis que saber antes de ir a Tanzania.

Charca llena de hipopótamos en el Serengeti

Qué parques visitar en el safari

Tanzania es un país muy extenso con unas 840 áreas protegidas que ocupan 120.000 km², casi el 15% de la superficie total, entre los que se encuentran 3 Reservas de la Biosfera, 4 sitios Patrimonio de la Humanidad y un Geoparque de la UNESCO. Gracias a esta riqueza natural, es muy fácil avistar animales salvajes y por ello es uno de los mejores destinos para hacer un safari.

Con tantas zonas protegidas, lo difícil es elegir cuáles se quieren visitar. Los parques nacionales del norte suelen ser los más conocidos y los más recomendados, ya que se ven animales en cualquier época y sin dificultades. Pero también se pueden visitar parques del oeste o del sur, más desconocidos pero no por ello menos espectaculares.

Para acceder a los Parques Nacionales de Tanzania se necesita permiso y pagar unas tasas (por persona y por vehículo). Si lo lleváis todo organizado por una agencia, no tenéis que preocuparos por nada, el guía se encarga de los trámites necesarios al llegar a las puertas de entrada.

Elefantes rascándose en un baobab en Tarangire National Park

1. Circuito del norte

En la zona norte del país se ubican los parques nacionales más famosos (y los más visitados): el Serengeti, el Tarangire, el Lago Manyara y la Zona de Conservación del Ngorongoro. Para nosotros cuatro imprescindibles en Tanzania y fácilmente combinables en una ruta de unos 7-10 días.

  • Parque Nacional del Tarangire. Con sus 2850 kilómetros cuadrados de colinas y bosques ondulantes, este parque es famoso por albergar la mayor concentración de baobabs milenarios y la mayor población de elefantes del norte de Tanzania. Nosotros empezamos por él, y nos parece un buen parque para iniciar la toma de contacto de lo que viene después. Con un safari de un día es suficiente.
  • Parque Nacional del Serengeti. Declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO en 1981, es la joya de la corona, el parque más representativo de lo que todos tenemos en mente y, según muchos, el mejor lugar de África para ver animales salvajes. En lengua Masai, Serengeti significa «llanuras sin fin«, y así es, más de 14.000 kilómetros cuadrados de sabana africana en la que conviven en perfecto equilibrio cientos de miles de ñus, cebras y gacelas, junto con jirafas, hipopótamos, leones, guepardos, leopardos, hienas, elefantes. Mundialmente famoso por el fenómeno de la gran migración donde millones de ñus, cebras y gacelas recorren el territorio de sur a norte hasta Kenia y de norte a sur en busca de los pastos verdes. Todo un espectáculo que lo convierte en nuestro preferido. Nosotros os recomendamos 2 ó 3 días completos de safari para disfrutarlo al máximo.
  • Zona de Conservación del Ngorongoro. El cráter del Ngorongoro y toda la selva que lo rodea ocupan más de 8.000 kilómetros cuadrados y también es Patrimonio de la Humanidad. En la llanura formada al fondo del antiguo volcán, con 20 kilómetros de diámetro, viven casi todas las especies de mamíferos del país y es un buen sitio para avistar al amenazado rinoceronte negro. Recorriendo sus caminos puede parecer que estemos en un zoo, pero no, todos esos animales que se ven están en libertad: cebras, ñus, búfalos, antílopes, leones, hipopótamos. En un día da tiempo para visitar todo el cráter.
  • Parque Nacional del Lago Manyara. Situado en el Valle del Rift, con sus 50 kilómetros de longitud y su color dorado alberga una gran riqueza en fauna y flora. En sus alrededores habitan los grandes herbívoros, muchos babuinos y los famosos leones trepadores.
  • Otros parques del norte. En el norte también se encuentran el PN de Kilimanjaro (perfecto para el senderismo y la escalada, con el famoso ascenso al Monte Kilimanjaro, la montaña más alta del continente africano con 5.895 metros de altitud), el PN de Arusha (es el único lugar del circuito norte en el que es fácil ver al colobo oriental negro y blanco) y el PN de Mkomazi (el último incorporado a los espacios protegidos, donde se están haciendo muchos esfuerzos por recuperar al rinoceronte negro y otras especies amenazadas).
León tumbado en la hierba en el Serengeti

2. Circuito del sur

En la zona sur se encuentran otros parques menos conocidos de Tanzania:

  • Parque Nacional de Ruaha. Situado al sur de Dodoma, la capital del país, es el segundo parque en extensión, tras el Serengeti, pero está bastante alejado y eso permite que no sea muy visitado. En él viven miles de elefantes, junto con jirafas, antílopes, leones, guepardos, etc.
  • Parque Nacional de Mikumi. Debido a su proximidad a Dar es Salaam, lo convierte en una buena elección para aquellos que dispongan de poco tiempo pero quieran hacer un safari con la fauna representativa.
  • Parque Nacional de los Montes de Udzungwa. Por su biodiversidad, esta cadena montañosa es una buena opción para hacer senderismo por sus bosques repletos de aves y primates.
  • Reserva de caza de Selous. Es una de las reservas cinegéticas y faunísticas más grandes de África y del mundo, y uno de los tesoros más vírgenes del país.
  • Parque Nacional de Katavi. Junto al Lago Tanganika, este parque está prácticamente inundado en época de lluvias, con una gran población de hipopótamos y cocodrilos, pero en la época seca, las aguas se retiran y la zona cobra vida, con grandes manadas de elefantes y búfalos cafre.

3. Circuito del oeste y de la costa

Los parques de la zona oeste son los de más difícil acceso por carretera.

  • Parque Nacional de Gombe. Este parque situado en la orilla norte del Lago Tanganika es famoso por los chimpancés salvajes que lo habitan. Se dio a conocer gracias a la investigación que la doctora Jane Goodall llevó a cabo en los años 60 sobre estos primates.
  • Parque Nacional de los Montes Mahale. También a orillas del lago pero más al sur se encuentra esta remota y casi inaccesible zona montañosa de selva tropical donde se pueden observar chimpancés salvajes como en Gombe.
  • Parque Nacional de la Isla de Rubonbo. En el extremo suroeste del Lago Victoria, esta isla con un bosque húmedo supone un paraíso para las aves, los cocodrilos y varias especies de peces.
  • Parque Nacional de Saanane. Esta pequeña isla en el sur del Lago Victoria se concibió en 1964 como zoo para promover la conservación de fauna salvaje.
  • Parque Nacional de Saadani. Frente a la isla de Zanzíbar se encuentra el único santuario bañado por las costas del Índico, donde la selva y las playas paradisíacas se funden. Conviven una gran cantidad de herbívoros (elefantes, antílopes, búfalos, etc.) y depredadores como el león o el leopardo. Además, en sus playas anida la tortuga verde.

Elección del aeropuerto

La elección del aeropuerto dependerá del circuito que escojáis, lo normal es volar al Aeropuerto Internacional de Kilimanjaro, cerca de Arusha, para los parques del norte; al de Dar es-Salaam para los de sur y a Zanzíbar si vais a la playa. Os lo explicamos todo con detalle en la entrada Cómo llegar a Tanzania.

Aeropuerto de Kilimanjaro

Cuándo ir y cuántos días

Tanzania tiene un clima tropical, con ciertas variaciones según la región. En las zonas costeras y Zanzíbar las temperaturas suelen ser altas y hay bastante humedad. En la meseta central, el clima es seco y árido. Y en las zonas del norte y noreste (donde están los principales parques nacionales) se alternan estaciones secas y lluviosas a lo largo del año.

Aunque todas las épocas tienen sus ventajas y sus inconvenientes, cualquier momento es bueno para visitar Tanzania. Durante todo el año es fácil avistar animales en los parques del norte, y aunque los meses de julio a septiembre suelen ser los más demandados, de noviembre a mayo hay más posibilidades de ver animales gracias a la abundancia de las lluvias.

Finalmente la elección dependerá mucho de las preferencias de cada uno, de lo que se quiere visitar y sobre todo del presupuesto.

    • En la época seca, de junio a octubre, el clima es más seco y soleado, no hay riesgo de lluvias y la temperatura es moderada, aunque por las noches refresca bastante sobre todo en las zonas altas como el cráter del Ngorongoro. Las carreteras están secas y no hay prácticamente mosquitos. Por todo ello, es un buen momento para hacer un safari. Como inconveniente, esta época seca coincide con la temporada alta, los precios de los safaris y los hoteles son más elevados y hay muchísimos turistas.
    • La estación húmeda va de noviembre a mayo, distinguiéndose una temporada de lluvias cortas de noviembre a diciembre que caen sobre todo al atardecer (mvuli) y otra temporada de lluvias más intensas y abundantes de marzo a mayo (masika). En enero y febrero, el riesgo de precipitaciones es menor y las temperaturas son más elevadas (además, en febrero paren las hembras de varias especies y los depredadores están al acecho). Suele haber más mosquitos y las carreteras pueden estar enfangadas, sin embargo, la vegetación está verde y hay más animales en las llanuras que atraen a un mayor número de depredadores (las lluvias significan caza, según un proverbio masai). Una gran ventaja es que coincide con la temporada baja/media, los precios son más bajos y hay menos turismo.

Aunque la temporada de mayor afluencia coincide con nuestro verano (junio a septiembre), muchos recomiendan como meses óptimos para hacer un safari febrero, marzo y abril.

De hecho nosotros viajamos a mediados de marzo y solo tuvimos lluvias una noche y el día de vuelta, el resto, cielos prácticamente despejados y temperaturas agradables. Pudimos ver una gran cantidad de animales en todos los parques, muchas veces prácticamente solos. Y con el uso de repelentes tampoco sufrimos mucho con los insectos.

Las distancias entre los parques son bastante largas y las carreteras son de tierra, se pierde bastante tiempo en los desplazamientos y por ello lo ideal para hacer un safari por Tanzania es estar al menos una semana. Si disponéis de más días y más presupuesto, 9-10 serían perfectos. Pero si tenéis poco tiempo y os tenéis que decantar por un único parque, sin duda nuestro preferido es el Serengeti (se puede ir en avión desde Arusha para ahorrar tiempo).

Si queréis combinarlo además con playa, añadid dos o tres días más para disfrutar de la paradisíaca costa swahili en las islas de Zanzíbar. También podéis dedicar un día o dos a conocer las costumbres de alguna de las más de 120 tribus que hay en el país.

La Gran Migración

La gran migración de ñus, cebras y gacelas comienza cuando los animales se desplazan en masa de mayo a junio desde las llanuras del sur del Serengeti en Tanzania hacia Masai Mara en Kenia, al norte, en busca de pastos verdes.

Entre julio y agosto se produce el paso de cientos de miles de ñus por el río Mara en la frontera con Kenia; y desde octubre a noviembre vuelven a desplazarse hacia el sur a la espera de las ansiadas lluvias.

De noviembre a mayo se puede disfrutar de la imagen de las manadas infinitas pastando en las llanuras sin fin del Serengeti. Además, en enero-febrero paren las hembras y es fácil ver depredadores rondando.

Gran migración desde Naabi Hil

Elección de la agencia de safari

Lo mejor es contratar el safari desde España con agencias tanzanas y si no estáis muy sueltos con el inglés, elegid aquellas que tengan conductor-guía de habla hispana.

Nosotros fuimos con Small World of Travellers (de la mano de @mochiladesabores) y no podemos estar más contentos, nuestro guía Dani fue ranger del Serengeti y se conoce a la perfección los territorios de todos los animales y los caminos menos transitados.

Otras empresas que podéis barajar son Safaris Africa United o Lilac Safari.

Aunque menos recomendable, también está la opción de alquilar únicamente coche con conductor, con Roadtrip Tanzania, es más barato pero el conductor no hace de guía y se pierde parte del encanto del safari.

Estafas al aterrizar

En nuestra experiencia os podemos decir que Tanzania es un país muy seguro y la gente tanzana es muy amable y servicial. En ningún momento os sentiréis intimidados ni os harán desconfiar. Incluso en las visitas a las tribus, os recibirán con los brazos abiertos y podréis hablar con ellos o fotografiarlos sin problemas.

Pero tened cuidado con contratar agencias al aterrizar, pueden resultar más económicas pero algunas intentan estafar. Nos explicó nuestro guía que modifican el itinerario inicial dejando de visitar muchas zonas y parques para ahorrarse dinero, poniendo excusas falsas como que ha llovido mucho y las carreteras están impracticables o que esas zonas están cerradas por mantenimiento. Además, la disponibilidad de alojamiento será muy baja al hacerlo con tan poca antelación y os tocará dormir donde haya sitio, pudiendo estar muy lejos de los parques nacionales. Por eso os recomendamos organizarlo desde España con agencias locales.

Safari privado o en grupo

Esto depende de las preferencias de cada uno y, sobre todo, del presupuesto.

    • La ventaja del safari privado es que hay más libertad a la hora de modificar el itinerario, poder madrugar más sin arrastrar a nadie y no hay que preocuparse por buscar el mejor sitio dentro del coche para ver y fotografiar animales. El inconveniente es que sale más caro.
    • Viajar en grupo supone conseguir precios más económicos, pero si las personas no se conocen de antemano (y muchas veces aunque se conozcan) puede salir o muy bien o muy mal, son muchas horas y días compartiendo el mismo coche. Hay que adaptarse a las necesidades de cada uno y habrá menos espacio en el vehículo para moverse libremente durante el safari pudiendo haber codazos por conseguir ver animales.
Nosotros siempre viajamos solos y por libre, pero en este viaje nos lanzamos a la aventura con el pequeño grupo organizado por Yolanda (@mochiladesabores) y vivimos una experiencia brutal en todos los sentidos, tuvimos una suerte impresionante y la gente con la que viajamos se adaptaba a todo y a todos. Os recomendamos que la elijáis para vuestro safari, tanto si lo hacéis por privado como en grupo.
Todoterreno de Small World Of Travellers

Alojamiento y comida durante el safari

El tipo de alojamiento también dependerá de vuestro presupuesto y vuestras preferencias y gustos. En las agencias os ofrecerán varias opciones para cada etapa del safari y podréis elegir entre campamentos, hostales, hoteles y lodges (los recomendados para dormir en los parques, son pequeños hoteles rurales o campamentos de lujo, sostenibles y con mínimo impacto en el medio ambiente).

Os dejamos más información y los hoteles donde nos alojamos en la entrada Dónde dormir en Tanzania.

Una de las experiencias que no debéis perderos es la de dormir en pleno Parque Nacional del Serengeti, rodeados de animales salvajes en mitad de la sabana.

Lo bueno de ir de viaje organizado por una agencia es que se encargan de la comida y no tenéis que preocuparos por nada. Si os gusta indagar en la gastronomía local como a nosotros, tiene el inconveniente de que no podréis elegir los sitios personalmente, aunque buscan lugares donde probar las elaboraciones más características.

Suelen incluir los desayunos y cenas en los alojamientos. En cuanto a la comida, os llevarán a restaurantes locales para probar platos típicos, sin embargo la mayoría de ellas os pillarán en ruta y os prepararán cajas de picnic muy completas para tomar en las zonas de merenderos dentro de los parques.

Tenéis más datos y consejos sobre la gastronomía tanzana en la entrada Qué comer en Tanzania.

Zawadi Serengeti Camp al amanecer

En ruta: estado de las carreteras, transportes…

Las distancias entre los parques son bastante largas y sólo las carreteras que unen Kilimanjaro/Arusha con Tarangire, el lago Manyara y la entrada del Ngorongoro están asfaltadas desde 2004.

El resto de pistas de los parques nacionales y zonas de conservación no están pavimentadas, la mayoría del tiempo iréis por carreteras de tierra con muchos baches y mucho polvo (o muchos charcos y fango si ha llovido).

Por la gasolina no os preocupéis, vuestro conductor-guía repostará cuando lo necesite (es la ventaja de que te lleven).

La jornadas de safari son largas, si padecéis de dolores de espalda el asiento más cómodo es el del copiloto, tenedlo en cuenta.

Ir al baño en ruta

Si durante la ruta necesitáis usar el WC urgentemente, no habrá más remedio que parar en un «baño masai» como decía nuestro guía (en plena naturaleza). En la mayoría de parques tanzanos hay oficinas de guardabosques, cabañas, museos o centros de visitantes equipados con baños a los que se puede acceder libremente. Lo ideal es planificar con el conductor-guía el itinerario de forma que se pase por alguno de estos puestos. Sorprendentemente están muy limpios, suele haber una persona encargada de cuidarlos (que agradecerá una pequeña propina). Aprovechad para lavaros las manos, no sabéis cómo se llenan de polvo sin daros cuenta.

Transportes

  • Veréis por las carreteras y ciudades unos autobuses colectivos muy estrechos sin aire acondicionado que siempre van a reventar. Aunque parezca que van llenos, siempre hay sitio para alguien más, incluso cabras y gallinas. Se les llama dala-dala.
  • También llama la atención la cantidad de motoristas que hay esperando bajo los árboles, en los cruces, etc. Son los piki-piki, moto-taxis que llevan a la gente de un lado a otro. Suelen transportar mínimo dos personas a parte del conductor.
  • Otra alternativa para desplazarse son los divertidos y coloridos tuk-tuk, como en el Sudeste asiático, muy utilizados en las ciudades y núcleos de población. Podéis organizar alguna actividad con ellos.
Estampida de ñus en el Serengeti

Precaución con la fauna salvaje y los insectos

Antes del viaje nosotros pensábamos que sería muy difícil ver animales salvajes y además, de verlos, sería muy lejos y con ayuda de los prismáticos. Nada más lejos de la realidad, si bien es cierto que algunos estarán alejados, en muchas ocasiones los podréis ver junto al coche, cruzando por todos lados e incluso si paráis, pueden aprovechar para dormir la siesta al fresco de la sombra del vehículo.

Tened mucho cuidado cuando estén cerca, no hagáis ruido ni movimientos raros ni saquéis la cabeza o los brazos por las ventanillas, no somos sus presas pero si se sienten amenazados pueden atacar. No dejan de ser animales en libertad y están en su hábitat, nosotros somos los que estamos invadiendo su territorio.

Aunque los guías no os lo permitirían, recordad que nunca hay que dar de comer a los animales salvajes.

Tened cuidado en el área de picnic del Tarangire, los «monos ladrones» o cercopitecos verdes son bastante agresivos e intentarán robaros la comida (se han acostumbrado a hacerlo probablemente por los turistas insensatos que los alimentan).

León cruzando en el Serengeti

Insectos

  • Sabréis que estáis cerca de las grandes manadas migratorias de cebras y ñus por la gran cantidad de moscas que las acompañan, son muy molestas pero no son peligrosas. La única excepción es la mosca tsé-tsé, aunque para transmitir la enfermedad del sueño deben picar muchas. Suele estar en el Tarangire y en el Serengeti occidental y sus picaduras son muy dolorosas, evitad vestir con color negro o azul oscuro porque las atrae.
  • Los mosquitos aparecen en la estación lluviosa y pueden transmitir la malaria (las zonas de parques y reservas del norte tienen bajo riesgo de malaria por la altitud, siento el riesgo mayor en Zanzíbar). Suelen estar más activos al amanecer y al atardecer, lo ideal es llevar ropa que cubra brazos y piernas así como calcetines para protegerse de las picaduras, y usar repelente y mosquiteras.
  • Tened cuidado también con las garrapatas, sobre todo cuando salgáis a caminar por la selva o la sabana y cuando os sentéis en las zonas de picnic. Si lleváis ropa de colores claros será fácil distinguirlas y retirarlas antes de que piquen. Si ya están adheridas a la piel, retiradlas con cuidado ahogándolas primero con alguna sustancia grasa y densa (como la vaselina) y tirando después con unas pinzas.
Cercopitecos verdes a la entrada del Tarangire National Park

Equipaje y equipo fotográfico

Otra de las dudas que surgen antes del safari es sobre qué ropa llevar, además de la documentación y todo lo necesario que hay que meter en la maleta. Os dejamos una entrada en la que os lo explicamos con detalle: Equipaje para un safari a Tanzania.

Otros consejos y curiosidades

  • No deis dinero ni caramelos (pipi) a los niños que se acerquen, puede parecer un gesto noble pero esto provocará que se acostumbren a recibir dinero de los turistas dejando de lado sus obligaciones, como por ejemplo ir al colegio, sin el consentimiento de sus padres.
  • En Tanzania, como en el Sudeste asiático y en otras zonas de África, hay que regatear siempre antes de comprar. Cada cuál pondrá los límites según lo que considere que cueste aquello que quiere comprar. En algunos sitios, incluso te preguntan cuánto crees que cuesta o cuánto estarías dispuesto a pagar antes de empezar con el regateo. A nosotros nos cuesta mucho, pero es inevitable.
  • Se supone que desde el año 2019 está prohibido llevar bolsas o embalajes de plástico desechables en Tanzania. La única excepción a esta norma es la de las bolsas de plástico con cierre hermético que suelen utilizarse para guardar artículos de aseo. Se recomienda el uso de bolsas de tela, botellas reutilizables para las bebidas y un neceser para el aseo.

En la práctica, hay un problema serio con los plásticos y con la gestión de residuos en general. Hay mucha suciedad en las cunetas y en las calles de los núcleos de población.

Nuestras conclusiones

  • Reservad con mucha antelación, sobre todo para conseguir buenos precios en los vuelos y disponibilidad en los hoteles que os gusten.
  • Lo ideal es hacer un safari privado o en grupos muy reducidos para evitar «pelearse» por el mejor sitio para ver animales desde el todoterreno.
  • Llevad siempre repelente, gorro y protector solar a mano, los insectos pueden llegar a ser muy molestos y el sol tropical cae a plomo.
  • Tampoco olvidéis los prismáticos, a veces los animales más interesantes están alejados.
  • Poneos ropa y calzado cómodo, vais a pasar horas y horas montados en el todoterreno, las carreteras son de tierra y están llenas de baches.
  • Hablad con vuestro guía-conductor para que tenga claras vuestras preferencias y aunque el itinerario esté más o menos organizado, se puedan improvisar planes sobre la marcha.
  • Es más que recomendable contratar un seguro de viajes para viajar a Tanzania. Empresas como Mondo y seguros iati ofrecen buenas opciones y coberturas en seguros de viaje internacional.

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Somos Antonio y Rafa, y cómo a vosotros, nos encanta viajar. Nos hemos decidido a escribirlo aquí para tener ese recuerdo de forma accesible, y para poder facilitar nuestra información a los amigos que nos piden consejo. Esperamos que disfrutéis leyendo el blog como nosotros lo hacemos al escribirlo.

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