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Tailandia y Singapur día 10

Chiang Mai día 5

Monthathan Waterfall, subida a Doi Suthep y Saturday Night Market

9 DE MARZO DE 2019

Aunque no nos pusimos ningún despertador, abrimos los ojos a las 7:30 y después de desayunar, salimos a buscar una songthaew para ir al Parque Nacional de Doi Suthep. Las songthaews son el medio de transporte público típico de Chiang Mai, unas camionetas de color rojo granate que tienen dos filas enfrentadas para llevar a unos 10 pasajeros.

Tuvimos mucha suerte y en la puerta del hotel había una «esperándonos». El conductor fue muy amable y, por 100 baths/2,80€ nos dejó en la puerta del zoo de Chiang Mai. Cuando bajamos, se prestó a ser nuestro chófer si lo necesitábamos en otras ocasiones. Un tipo muy majo.

Desde allí iniciamos nuestra ruta de subida al parque nacional por libre. Nos metimos por una callejuela con casitas tradicionales y al final, la calle se empieza a empinar hasta que se adentra en la montaña. El calor era bastante insoportable a pesar de ser las 9 de la mañana. Fuimos por un sendero rocoso muy pronunciado y paralelo al curso del río, viendo pequeñas cascadas, hasta llegar a un remanso donde había un mirador en una caseta de madera (Wang Bua Ban Pha Ngoep). Aprovechamos para refugiarnos un rato del calor mientras observábamos las vistas de Chiang Mai desde allí.

Vistas desde Wang Bua Ban Pha Ngoep

Después del remanso, la ruta se adentra aún más en la selva, atravesando zonas con lianas, donde Rafa aprovechó para hacer un poco el mono. De repente nos metimos un susto de miedo cuando un halcón atacó y cazó un pájaro verde que revoloteaba entre la maleza de un lado a otro.

Llegamos a una cascada pequeña pero muy chula, justo al lado de una cueva donde había unos objetos a modo de ofrenda, junto con palos y cañas que parecían sujetar la roca. El sendero desembocaba en la carretera de ascenso a la cima de Doi Suthep. Después de recorrer unos 200 metros, cogimos un desvío a la derecha que daba acceso a la cascada Monthathan (una de las mejores cosas que ver y hacer en Tailandia). Pagamos la tasa de 100 baths/2,80 € por persona y comenzamos a caminar.

Carretera de paso restringido a Monthatan

El sol apretaba cada vez más y la subida empezaba a costarnos. El trayecto era de unos 2-3 km, pero por suerte, a medida que avanzábamos, el entorno se hacía cada vez más verde y frondoso.

A las 10:20 llegamos al campamento y miramos un panel informativo que recomendaba una ruta circular, pero el primer tramo se metía aún más en la selva y se escuchaban ruidos raros… Cómo esta vez íbamos por nuestra cuenta y no teníamos un guía que nos mostrase dónde se escondían las serpientes venenosas, decidimos ir directos a la cascada.

Cascada Monthathan

Estábamos completamente solos cuando llegamos a la cascada, acompañados por mariposas gigantes y lagartijas. La cascada es muy chula y disfrutamos un buen rato de la tranquilidad del lugar. Decidimos investigar por un sendero que subía a la izquierda a ver qué encontrábamos.

Después de unos 500 metros, llegamos a otra cascada más espectacular y escondida en medio de la selva. El salto del agua caía sobre un tronco en una poza y Rafa no pudo resistirse a  meterse en el agua y pegarse un baño, debíamos estar a 36º. Seguíamos solos y eso nos hizo disfrutar aún más de nuestra excursión. Justo en el momento de irnos, llegó una pareja de locales que también iban a bañarse.

Cascada Monthathan en Doi Suthep

Hicimos el camino inverso hasta la carretera de acceso y allí estuvimos debatiendo si volver a Chiang Mai o subir al templo de la cima de Doi Suthep. Paramos una songthaew que iba vacía y le preguntamos precios de subida y bajada, al final ganó Antonio y subimos a ver el templo.

La zona de arriba está plagada de turistas y totalmente pensada para que te gastes dinero, puestos vendiendo comida y souvenirs, miles de transportes esperando llenarse de turistas (no te dejan subir solo, tienes que compartirlo), niños disfrazados con trajes típicos y explotados por sus padres para que les cobren a los turistas por hacerse una foto (no lo promováis #turismoresponsable), pagas para entrar al templo…

Después de comprarnos un plátano y una botella de agua, ya que estábamos hambrientos, subimos la enorme escalera con forma de dragón. Si no tuviese tanta gente sería realmente impresionante. En la cima accedimos a un mirador en el lateral derecho para el que no hace falta entrar al templo y no hay que pagar. Debido a la quema de rastrojos las vistas eran bastante reducidas y todo con un tono grisáceo. Nos podíamos haber ahorrado la subida.

Una vez abajo tuvimos que pelearnos porque nos dejasen subir a una songthaew, en la que metieron a 10 personas más, por el mismo precio que habíamos subido solos. No arrancamos hasta que se llenó, bajo un sol insoportable. Tuvimos que ir apretados todo el camino, con un calor de muerte. Sinceramente no es una visita que recomendaríamos, a no ser que madruguéis mucho y pactéis la subida y bajada con el mismo transporte.

Escalera dragón en Doi Suthep

En el trayecto coincidimos con una chica española y varios franceses que viajaban juntos. Nos llamó la atención que no llevaban el viaje preparado, hasta tal punto que pensaban que habían subido al monte más alto de Tailandia. Les explicamos que ese es el Doi Inthanon a 1,5 h de viaje hacia el sur y les recomendamos la agencia para visitarlo. Después de una hora entre negociar el precio y el trayecto, llegamos al hotel y nos pegamos un chapuzón en la piscina. ¡Lo necesitábamos!

Nos fuimos a comer cerca del hotel. Teníamos echado el ojo a un restaurante local que siempre estaba lleno y con buena pinta, Kat’s Kitchen. Probamos la sopa Khao Soi, una omelette de verduras y pedimos 2 botellas de agua.  Salió muy barata, y la sopa estaba realmente exquisita, por 190 baths/ 5€. Teníamos que haber venido más (os dejamos todas nuestras recomendaciones en la entrada qué comer en Tailandia y dónde).

Kat’s Kitchen, 17 Ratchamanka Road, Chiang Mai (TripAdvisorGoogle)

Sopa Khao Soi en el Restaurante Kat’s Kitchen

Nos fuimos a descansar, entre piscina y siesta, y a media tarde salimos hacia Pratu Chiang Mai que estaba llenísimo. Hicimos una parada en la azotea del Tenten, que nos encantó desde el primer día, y disfrutamos de las vistas y unas cuantas limonadas de yuzu (¿yuzunadas?).

Bajamos hacia el templo de plata para recorrer el Saturday Night Market, este sí es un mercado que nos gustó, había mucha artesanía real, no sólo souvenirs e imitaciones, unas cuantas zonas de comida muy bien montadas y con muy buen aspecto. Además había artistas callejeros en varias zonas; estuvimos un rato escuchando a una chica de no más de 15 años vestida con el uniforme del colegio que tocaba la guitarra y cantaba una versión increíble de Apologizes de One Republic para recaudar dinero, le dejamos una buena propina.

Templo plateado de Chiang Mai

Cenamos en una de las zonas de restauración, el Center Point at Walai (en el cruce de Walai Rd con Walai Alley 2) sentados en la esquinita de un puesto donde hacían los mejores noodles que hemos probado, Thai Tom Yum Noodles. No tenían agua y nos dijeron que la comprásemos en el puesto de al lado y lo mismo con la sandía de postre, que nos mandaron a otro puesto. La cena completa fueron 220 baths/ 6€ y lo más caro fue la botella de agua.

Recorrimos el mercado de arriba a abajo y nos fuimos al hotel a hacer las maletas, había que rehacer las bolsas herméticas y conseguir que todas las compras cupiesen dentro. Todavía quedaban 15 días de viaje y las maletas ya estaban a reventar.

Saturday Night Market en Chiang Mai