Tailandia y Singapur día 22
Singapur día 3
Gardens by the Bay, Joo Chiat, barrio colonial y ArtScience Museum
21 DE MARZO DE 2019
A las 6 de la mañana sonó el despertador, decidimos madrugar para disfrutar del amanecer frente a Gardens by the Bay. Desayunamos mucho más tranquilos que el día anterior, estábamos prácticamente solos, aun así echamos de menos los desayunos de las islas tailandesas.
Caminamos a orillas del canal y en menos de 20 minutos llegamos a los pies de la noria Singapore Flyer. Sólo pasaba algún corredor de vez en cuando y se respiraba mucha tranquilidad. El cielo estaba un poco brumoso y el sol apareció más tarde de lo esperado, ya estaba demasiado alto y la luz no era la que queríamos tener en nuestras fotos. Aún así, el momento fue especial, viendo cómo se iluminaban las cúpulas de los jardines.

Paseamos casi a solas por Marina Bay, mientras el sol iba subiendo e hicimos un montón de fotos de la bahía. Cruzamos el Helix Bridge y llegamos a las cúpulas justo en el momento en que el sol despuntaba por encima de ellas. Aún faltaba casi una hora para que abrieran las puertas.
Compramos las entradas en las taquillas nada más levantar las persianas, de nuevo con descuento presentando la tarjeta de embarque de Singapore Airlines. Entramos solos en Cloud Forest y pudimos disfrutar de la gran cascada. Subimos a la cima de la montaña y comenzamos el descenso por las pasarelas. La luz a esas horas era perfecta y la tranquilidad absoluta.

Estuvimos una hora recorriendo toda la cúpula hasta que empezó a llenarse de gente. En ese momento cruzamos a la Flower Dome. Había gente, pero mucha menos que la tarde anterior, y de nuevo la luz era mágica, le daba más calidez a todo. Las siluetas de los cactus a contraluz eran una pasada.
Estábamos hambrientos y nos pedimos unos perritos calientes con dos zumos en el puesto junto a la salida. Una vez saciados, paseamos por los alrededores de las cúpulas, las columnas exteriores daban un juego de luces y sombras muy chulo. Madrugar nos había servido para sacar unas fotos espectaculares y disfrutar casi a solas de Gardens by the Bay.

Nos dirigimos hacia Marina Bay Sands para coger el metro en dirección a Joo Chiat. Bajamos en Eunos y nos pusimos a recorrer la zona. Era un barrio residencial lleno de shophouses, restaurantes y tiendas. Teníamos anotadas varias calles con casas muy fotogénicas y nos pusimos a buscarlas con un calor sofocante.
Por el camino, nos topamos con un mural muy chulo de Ernest Zacharevic de dos niños jugando a justas medievales en Everitt Road y pasamos por Kuan Im Tng Temple, un templo chino budista donde estaban haciendo rituales de purificación, quemando papeles en pequeñas hogueras.
Por fin localizamos las casas y la búsqueda mereció la pena. Dos hileras de casas de estilo peranakan con detalles muy chulos y fachadas de color pastel, en Koon Seng Road. Pensábamos que habría más gente pero estuvimos solos haciendo fotos. Una de las mejores cosas que ver y hacer en Singapur.

Pasamos por el Templo Sri Senpaga Vinayagar, famoso por su gopuram dorado de la entrada, está lleno de estatuillas de colores muy bien conservadas.
Después de estar tanto rato bajo el solazo, se nos antojó un helado artesano de Birds of Paradise, una heladería justo al lado de un edificio simbólico del barrio, The Red House, una antigua pastelería de 1920 que actualmente alberga un café. Tomamos una tarrina de sorbete de mango y un cono de pandan con barquillo de tomillo por 13,40 SGD/8,70 €.

Hicimos el camino inverso, cruzando varios mercados de abastos de la zona, y cogimos el metro en Paya Lebar. El calor era insoportable y necesitábamos pegarnos un baño en el hotel. La piscina estaba casi vacía y estuvimos un rato remojándonos y haciendo algún vídeo chorra.
Sobre las 14 nos fuimos a comer algo por la zona. Queríamos un sitio con aire acondicionado y comida suave, así que nos decidimos por un japonés con buena pinta a pocos metros del hotel, en el Arab District. Estaba especializado en kaisen bowls, pedimos uno con roastbeef y otro con pollo teriyaki, con 2 Sprites. Nos costó 24,80 SGD/16 €.

Subimos la calle Jalan Sultan para ver los grafitis de Ernest Zacharevic en la calle Victoria, un artista lituano apodado el «Banksy malayo». De allí fuimos recorriendo el barrio colonial hasta el Civil War Memorial Park. Empezó a llover y nos metimos en uno de los centros comerciales de la zona, son enormes. Lo cruzamos mientras diluviaba fuera y justo cuando salimos a la altura del hotel Mandarín Oriental había dejado de llover, pero seguía el cielo my negro.
Cruzamos el Helix Bridge para entrar en el ArScience Museum. Había una exposición de Teamlab Art que teníamos muchas ganas de ver. Comenzó de nuevo a llover y decidimos comprar entradas para las 2 exposiciones que había (de nuevo nos hicieron descuento por presentar la tarjeta de embarque de Singapore Airlines).
Primero entramos a ver Minimalism, una exposición de arte contemporáneo del que no somos muy fans. Aun así estaba muy bien. Bajamos al sótanos a ver la que nos interesaba, Future World, una exposición interactiva muy entretenida para los niños y para Antonio, que parecía un niño más.

Cuando terminamos la visita al museo, seguía lloviendo a lo bestia, cruzamos al Marina Bay Sands para darnos una vuelta resguardados del agua y merendar algo. Vimos todas las tiendas de marca del centro y nos tomamos un refresco con patatas al parmesano en el DC Comic Superheroes Café, un sitio tan curioso como caro, por dos refrescos y un plato de patatas nos sablaron 27 SGD/18 €. Era el único sitio con mesas libres de todo el recinto, y los demás no parecían mucho más baratos.
Volvimos en metro hasta el hotel y estuvimos descansando en la habitación hasta la hora de cenar, sobre las 21:30 bajamos a una pizzería frente a Arab St con muy buena pinta, Pizzaface. Tomamos una pinta de cerveza, un agua , una ensalada de jamón de Parma y una pizza de jamón y nos costó 54,78 SGD/36€.

Como había dejado de llover aprovechamos para recorrer Haji Lane en Arab District, una zona de moda llena de locales para cenar y tomar copas con música en directo y las fachadas llenas de grafitis y luces de colores. Muy recomendable si estáis por la tarde-noche en esa parte de la ciudad.
Sobre las 23 nos fuimos al hotel a descansar, al día siguiente íbamos a madrugar y prometía ser muy caluroso.
