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Salamanca y Ávila día 1

Llegada a Salamanca · Casco histórico: Catedral, Universidad, Puente Romano

16 de marzo de 2017

A las 10:40 nos subimos al AVE en la estación de Joaquín Sorolla rumbo a Atocha, donde tuvimos que coger el cercanías hasta Chamartín. Como teníamos casi 3 horas de transbordo y justo era la hora de comer, decidimos tomar un bocata en una cafetería de la estación.

A las 17:35 llegamos a la estación de tren de Salamanca (os explicamos todas las opciones para ir en la entrada cómo llegar a Salamanca y Ávila). Íbamos con las maletas y, aunque eran pequeñas, no nos lo pensamos y nos fuimos directos a la parada de taxis. En menos de 10 minutos estábamos entrando en el Hotel NH Salamanca Puerta de la Catedral, literalmente en la puerta (de atrás) de la Catedral de Salamanca.

Nos dieron una habitación muy chula, con vistas a la catedral. El hotel no era muy grande pero nos gustó mucho, tanto por la localización, en pleno centro, como por el edificio, un antiguo edificio restaurado de tres plantas con 30 ó 40 habitaciones de estilo moderno.

Vistas desde la habitación del NH Salamanca Puerta de la Catedral

Salimos a recorrer el centro, que a esas horas ya estaba empezando a iluminarse por el sol del atardecer. Pasamos por delante de la fachada de la catedral (uno de los imprescindibles que ver en Salamanca) y en la Portada de Ramos, frente a la Plaza de Anaya, hicimos unas fotos del astronauta y el diablillo comiendo un cucurucho (imágenes que se incorporaron en la restauración de 1993 y que son muy curiosas por su anacronismo).

Astronauta en la fachada de la Catedral

Catedral de Salamanca

  • Horario: de abril a septiembre de 10:00 a 20:00; de octubre a marzo de 10:00 a 18:00
  • Entrada : 6€ con audioguía incluida

Nos tomamos unos cruasanes buenísimos en la Croissantería París y callejeamos por la zona de La Clerecía (actual sede de la Universidad Pontificia de Salamanca) y la Casa de las Conchas hacia la Iglesia de San Benito. Todos los edificios ilustres del centro son de roca arenisca anaranjada y con la luz del atardecer se intensificaba el tono.

Croissantería París

Acabamos el recorrido en el Patio de las Escuelas Mayores, justo frente a la famosa fachada de la Universidad de Salamanca, donde estuvimos un rato buscando la figura de la rana sobre una calavera que los estudiantes deben encontrar para tener suerte en sus exámenes.

Rana en la fachada de la Universidad de Salamanca

Bajamos por detrás del hotel hasta el Puente Romano pasando por el monumento al Lazarillo de Tormes y por el verraco de piedra. Mientras el sol se ocultaba, cruzamos el puente, atravesando el río.

Al otro lado del puente, bajamos por el sendero que llega hasta la orilla del Tormes y preparamos la cámara con el trípode para poder hacer fotos de la ciudad en el crepúsculo.

Vistas de Salamanca desde el Tormes

Después de hacer mil fotos nocturnas de la ciudad, el río y el puente, volvimos al centro y buscamos un sitio para cenar de tapas.

Puente Romano de Salamanca de noche

De camino a alguno de los bares que nos habían recomendado, encontramos Corte&Cata, el local tenía buena pinta y había sitio en una de las barras para sentarnos.

Fue todo un descubrimiento, las tapas nos encantaron y el jamón de Guijuelo estaba para morirse. Pedimos una ensaladilla con langostino a la plancha, una sopa de jamón y puerro con yema de pollita y unos huevos rotos con jamón. Todo delicioso.

Corte&Cata, Calle Libreros, 2 (TripAdvisorGoogle)

Tapeo en Salamanca en Corte&Cata

De allí fuimos a Cuzco, entre la Universidad y la Plaza Mayor, estaba lleno de estudiantes. Nos pedimos un montadito de jamón ibérico cada uno, para rematar la noche. Era de buen tamaño y el jamón estaba buenísimo.

Cuzco Bodega, Calle Juan del Rey, 5 (TripAdvisorGoogle)

Bodega Cuzco en Salamanca

Volvimos al hotel, harticos de comer y beber, dando el enésimo paseo del viaje por el centro de la ciudad.

Palacio de Anaya, Salamanca
Vistas nocturnas desde la habitación del NH Salamanca Puerta de la Catedral