Grecia día 6
Ferry Mykonos - Paros · Cena en Naoussa
5 de julio de 2018
Antes de marcharnos, pasamos por el mirador del molino Boni, donde se tiene una buena panorámica de Chora. A las 12 llegamos al puerto a devolver el coche y esperar al ferry que salía a las 13:30, pero al llegar nos dijeron que los horarios del ferry habían cambiado y se retrasaba 2 horas. En su día contratamos los traslados en ferry con Hellenic Seaways, leímos que era de las más puntuales. Al parecer 10 días antes del viaje la línea la compró Minoan Lines y cambió los horarios a 2 horas más tarde, fueron puntuales dentro de ese horario, eso sí (os lo contamos todo en la cómo moverse por las islas griegas).

El ferry de Minoan Lines (antes Hellenic Seaways) que cogimos para todos los trayectos, el Santorini Palace, era un barco muy cómodo. Con 3 bares en la zona de turista, los asientos muy confortables, baños limpios, fue una buena experiencia. Además tarda menos de 15 minutos en atracar, soltar a los pasajeros y subir a los siguientes. En el trayecto a Paros íbamos casi solos, así que pudimos cambiarnos de asiento y ponernos en las ventanas viendo el mar. En una hora y media llegamos a Paros, sobre las 17:00.

En el puerto de Parikia, capital de la isla, nos recogió un transporte gratuito del hotel, el Paros Agnanti, situado en la playa de Krios. La habitación fue la pijada del viaje, tenía una piscina privada con vistas a la playa y al atardecer. Una pasada. Podéis ver alguna foto en la cuenta de Instagram del blog. Imaginad dónde pasamos la tarde. Pues sí, en la piscina. Nos pusieron una botella de vino de la isla como detalle de bienvenida y nos la pimplamos encantados entre baño y baño.

Habíamos alquilado el quad con Dk Scooters, y dos chicos de la empresa nos lo trajeron a la puerta del hotel, ya comentamos en la estancia en Mykonos que es un servicio habitual de la agencias locales. Pensando que conducirlo era igual de fácil que la moto que suele llevar Rafa, fuimos a ver el atardecer desde los acantilados junto a la capilla y el faro de Agios Fokas, y después, nos fuimos a cenar a Naoussa, el otro núcleo importante de la isla, situado al norte. Fue un trayecto corto de 8-9 km, pero se nos hizo eterno por la dificultad de la conducción. Al final Rafa se acostumbró a manejarlo y fue mejorando la cosa.

Cenamos en Statheros, una taberna que nos recomendaron en recepción, un poco escondida en una callejuela preciosa y con una comida buenísima. Volvimos a los precios de Atenas, salimos a menos de 30€ los dos.

Dimos un paseo por el pequeño puerto veneciano y las callejuelas y nos tomamos un helado en una de las terrazas. Nos quedamos enamorados, en ese momento nos dimos cuenta que deberíamos haber reservado más días en esta isla y recortar uno en Mykonos. Naoussa, pese a ser la ciudad más turística de Paros, tiene mucho más encanto que Chora, esa es nuestra opinión, claro. El turismo es, sobretodo, nacional, muchos griegos y todo muy tranquilo. Nos fuimos con muy buen sabor de boca, tanto por la cena como por el ambiente (uno de los imprescindibles que ver y hacer en Paros).
La vuelta fue mejor, Rafa había conseguido cogerle el truco al quad. Al llegar nos pegamos un baño en nuestra piscina viendo las estrellas, fue uno de los mejores momentos del viaje.
