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Grecia día 3

Llegada a Mykonos · Playa de Agrari · Atardecer en Little Venice · Cena en Chora

2 de julio de 2018

Nos tuvimos que meter un buen madrugón, el vuelo salía a 8:05 pero el transfer nos recogía a las 5:45. La hora la puso el conductor, suponemos que para que no hubiese complicaciones y no llegásemos tarde por su culpa. Fue un trato igual de bueno que el primero. Si volvemos a Atenas repetiremos con la compañía Welcomepickups (con la de ciudades que hay en el mundo no creo que volvamos pronto, jeje).

Volamos desde Atenas con Olympic Air hacia Mykonos. Cuando preparamos el viaje de 14 días en Grecia, valoramos hacer todos los trayectos en ferry pero vimos que para este trayecto, en avión era mucho más corto y el precio parecido, ferry 56€/4h – avión 70€/45min.

Vistas desde el avión a Mykonos

El aeropuerto de Mykonos, como os podéis imaginar, es pequeñísimo. No tardamos nada en bajar del avión, recoger las maletas y dirigirnos a la entrada donde nos esperaba el coche de alquiler. En la mayoría de compañías de las islas te llevan el coche y te lo recogen donde les pidas, aeropuerto, puerto o incluso en el hotel. Esto ahorra mucho tiempo y es comodísimo.

Nosotros decidimos alquilar el coche con Blutr, nos esperaban dos chicos en la puerta con un Suzuki Jimny preparado para cargar e irnos. Tuvimos la suerte de que nos lo entregó un chaval de Barcelona muy majo, que nos explicó un poco como funcionaba la isla y nos lo hizo más fácil.

Conduciendo por Mykonos

Con el coche cargado y a pleno solazo (el coche era descapotado), nos fuimos hacia el hotel. Las carreteras de Mykonos nos dejaron claro que la conducción durante el viaje no iba a ser cómoda. No solo porque estaban bastante deterioradas, si no porque los griegos conducen como les da la gana, no creemos que se hayan leído un código de circulación nunca. Ya os contaremos en la etapa de Creta un par de lindezas sobre esto (y tenéis más información en la entrada cómo moverse en coche por Grecia).

Carreteras de tierra en Mikonos

El hotel, Sunrise Hotel and Suites, estaba en la playa de Agrari, una de las mejores pero con el peor acceso de todos. Una cuesta con una inclinación del 20% mal asfaltada, lo que nos hizo dar gracias por haber cogido un todoterrero. Como era muy pronto no pudimos hacer el check-in pero fueron muy amables y nos dieron toallas y acceso a unos vestuarios para poder usar la piscina hasta tener la habitación lista.

Pasamos el día en el hotel, disfrutando de la playa y de la comida del restaurante, que fue sorprendentemente buena. Aquí ya notamos que los precios de Mykonos no iban a ser como en Atenas.

Sunrise Hotel en Mykonos

Por la tarde nos fuimos a Chora, la capital de la isla. Pudimos aparcar fácil y gratis en un descampado habilitado (os dejamos la ubicación del aparcamiento en Chora). Hicimos unas fotos de los molinos que son el símbolo de la isla y nos acercamos a la Pequeña Venecia, un barrio de casas blancas con balcones de colores a orillas del mar, a tomarnos una copa viendo el atardecer (uno de los imprescindibles que ver y hacer en Mykonos).

Pequeña Venecia en Mykonos

Fue un momento bastante chulo, sentados a orillas del paseo, con las olas salpicándonos los pies y tomando un aperol y un mojito. El bar tenía música veraniega y de vez en cuando nos traían un trozo de fruta para refrescarnos. Mil fotos y un par de videos después, nos fuimos a recorrer el pueblo. Casas blancas con puertas azules en calles estrechas, un típico pueblo cíclado.

Paseamos, hicimos más fotos y nos sorprendimos con lo horteras que son algunos cuando van a estos destinos. Acabamos el día en Avra, un restaurante con un patio interior cubierto de buganvillas. La comida fue buena y cara, de hecho la comida que menos nos sorprendió de todo el viaje. El personal fue muy amable y nos dieron a probar mastika, un licor local hecho con resina de lentisco, que estaba buenísimo.  Aun así, si volviésemos, buscaríamos un sitio más auténtico. Pudo más el hambre que la aventura, jeje.

Avra, Kalogera 27, Mykonos (TripAdvisor – Google)

Chora de noche