Top

Grecia día 13

Creta: Playa de Elafonisi · Playa de Falasarna

12 de julio de 2018

Nos levantamos pronto para ir a Elafonisi, considerada una de las playas más bonitas de la isla (y uno de los imprescindibles que ver y hacer en Creta). El recorrido desde Balos discurre entre pequeños pueblos y gargantas montañosas espectaculares. Tardamos más de lo que pensábamos por unos cuantos turistas que no le habían cogido el truco a conducir en Creta y no pasaban de 30 por hora (nosotros ya nos habíamos acostumbrado a la conducción cretense). Pero como el camino nos encantó, no nos dimos ni cuenta.

Vistas de camino a Elafonisi

A las 11:00h llegábamos a Elafonisi y ya estaba bastante llena porque el acceso es muy cómodo. Pese a tener 4 ó 5 zonas de hamacas y sombrillas, se veían todas ocupadas y mucha gente buscando sitio. Nosotros plantamos el campamento en la arena, no necesitamos muchas comodidades en la playa.

Elafonisi es una playa de arena rosa y aguas turquesas. El color de la arena proviene del desgaste de los millones de pequeñísimas conchas que llenan el fondo y se mezclan con la arena. Está unida a un islote lleno de dunas cubiertas de diente de león y matorrales. Merece mucho la pena la visita a pesar de la cantidad de gente que pueda llegar a encontrarse.

Playa de Elafonisi
Playa de Elafonisi

Estuvimos recorriendo la playa, buceando y descansando hasta medio día. Como íbamos con una niña pequeña (la hija de nuestros amigos de Chania) y hacía bastante viento, decidimos desplazarnos a la playa de Falasarna, a unos 40 minutos, y comer por el camino.

Nada más coger la carretera principal hacia el norte vimos una taberna con vistas al mar y nos paramos a comer. Fue todo un acierto, el menú en Kosmos era principalmente pescado fresco y platos típicos de Creta. Pedimos varios platos de pescado, verduras a la brasa y una ensalada cretense. Nos invitaron a un raki, aguardiente local.

Kosmos, Moni Chrisoskalitissis, Creta. (Tripadvisor Google)

Baño en Elafonisi

El navegador nos metió por una carretera de montaña para llegar a Falasarna, fuimos solos todo el trayecto, pasando entre acantilados, laderas llenas de cabras y olivos. Es una carretera muy chula si os gusta conducir por montaña. La playa estaba casi vacía cuando llegamos, es bastante amplia y con muchos servicios. Tiene algo de oleaje porque está menos protegida del viento, y pese a tener un fondo arenoso y estar movida por las olas, impresiona y sorprende el agua turquesa y cristalina.

Volvimos al hotel bastante rápido y cenamos en el Buffet libre. La comida no era la mejor pero no le hicimos ascos, había un cocinero haciendo pasta con marisco en el momento.

Atardecer en Falasarna