Canadá día 16
Llegada y visita a Calgary
4 DE AGOSTO DE 2017
14º DÍA DE RUTA: BANFF – CALGARY (126 KM)
A las 9:15 ya habíamos desayunado y recogido la habitación. El desayuno había sido igual de cutre que el día anterior. El cielo estaba bastante nublado pero en Calgary las predicciones eran sol todo el día.
Cogimos la Trans-Canada Hwy en dirección este y pasamos por Canmore, la ultima ciudad de las Rocosas por este lado. Paramos a ver las Three Sisters. Son tres picos que marcan el final de la cadena montañosa.
A 20 km de Canmore empezaron las llanuras que llegan casi hasta los lagos de Manitoba y el Riding Mountain (todo eso queda pendiente para próximos viajes a Canadá, tenemos muy claro que volveremos, nos encantó).

Llegamos al International Hotel Calgary a las 9:50 y en 10 minutos ya estábamos en la habitación. Era enorme, con cocina y mesa de comedor, un sofá y dos sillones junto a la tele, un baño muy grande y la habitación independiente con cama king size. Dejamos las maletas rápidamente y nos fuimos a devolver el coche.
En la oficina de Avis nos atendieron muy rápido, pero el coche llevaba un rascón que nos habían hecho en un aparcamiento y cuando se lo dijimos al señor que nos atendía nos puso cara de «para que lo decís, si da igual». Rellenamos el parte explicando dónde había sido y nos fuimos a pasear por Calgary.
Al llegar, nos había parecido una ciudad un poco desangelada. Por las calles no se veían comercios ni gente. Pero en ese momento estábamos en el downtown y allí había un par de calles peatonales con bares y tiendas, alrededor de la 8th Ave (también llamada Stephen Avenue Walk).
El cielo se había despejado y la zona era muy chula, con edificios antiguos rehabilitados, antiguos bancos convertidos en pubs o comercios y bastante ambiente a pesar de ser media mañana. Entramos en Devonian Gardens, un enorme y modernísimo centro comercial. Dimos un par de vueltas y nos tomamos un poutine en New York Fries, estábamos hambrientos.

Sobre las 13:30 recorrimos Chinatown. El barrio era pequeño comparado con el de otras ciudades. Tenía varios centros comerciales (ahora sabemos que muy del estilo del Sudeste asiático, una vez que ya hemos estado allí) llenos de locales de comida, ropa y asociaciones culturales. Nosotros entramos en el Dragon City Mall y en el Far East Shopping Centre.
Nos acercamos a un The Old Spaghetti Factory a comer (este establecimiento está cerrado actualmente). Había un menú de mediodía por 10$CAD/6,5€. El local no era tan chulo como el de Banff pero la carta era igual de barata y la comida estaba buena. Pedimos ensalada verde, sopa minestrone, lasaña, espaguetis marinara, helado de pistacho y agua para beber. Nos costó 22$CAD/14€, baratísimo.

Volvimos al hotel por unas pasarelas que unían los edificios del centro. Aquí descubrimos que todos esos comercios que echábamos en falta a pie de calle estaban dentro de esta inmensa red de galerías interiores que se extendía por gran parte del downtown. De momento nos pareció lo más interesante de la ciudad. Era como un submundo dentro de la ciudad creado para una catástrofe nuclear. Había incluso mapas interactivos para orientarse.
Plus 15 Calgary (antes llamado Skywalk +15) es una curiosa red de pasarelas en Calgary que comunica casi todos los edificios, hoteles y centros comerciales del centro, con servicios de restauración y comercios, diseñada para protegerse del frío invernal. Tiene una longitud total de 18 km y 62 puentes. El nombre Plus 15 se debe a que la mayoría de pasarelas se sitúa a unos 15 pies del suelo (aproximadamente 4,5 metros). Os dejamos más información en la entrada cómo moverse en Vancouver y Calgary.

Estuvimos alrededor de una hora en el hotel descansando y disfrutando de la habitación. A las 16:30 cruzamos Centre Street Bridge hacia Rotary Park para ver el skyline de la ciudad. Fue un paseo de 1km hasta el mirador Mt Pleasant Viewpoint. Allí pudimos ver todo el downtown con la torre asomando entre dos edificios y el río Bow enmarcándolo todo.
De vuelta al centro entramos al Eau Claire Market, un mercadillo bastante cutre, y nos volvimos a la habitación.

A las 19:20 volvimos de nuevo a la red de pasarelas para ir a la Calgary Tower. Veinte minutos después estábamos subidos en el ascensor con paredes virtuales que proyectaban una panorámica de la ciudad rodando a nuestro alrededor, chulo pero un poco mareante.
Las vistas desde arriba eran una pasada, sobretodo en la zona con suelo de cristal, donde puedes ver bajo tus pies los 191 metros que hay hasta la calle. Daba bastante impresión. Eso sí, echábamos de menos las montañas rodeándolo todo, aquí solo había llanuras.
Calgary Tower, originalmente Husky Tower, es una torre de observación de 191 metros de altura, construida para la conmemoración del centenario de Canadá en 1967 e inaugurada en 1968 como la estructura más alta de Calgary y la primera de Canadá (fuera de Toronto). En la plataforma de observación hay una zona del suelo acristalada para observar bajo los pies a vista de pájaro. También hay un restaurante panorámico llamado Sky 360 Restaurant and Lounge.

Una vez a salvo, a pie de calle, nos fuimos a tomar una cerveza para que a Rafa se le quitase el vértigo del cuerpo. Debía tener mucho porque al final fueron dos cervezas cada uno. Nos las tomamos en un local de Stephen Avenue Walk, Original Joe’s, sentados en la terraza. Más a gusto no podíamos estar. Hacía muy buena temperatura y había muchísimo ambiente.
Cenamos cerca de allí, en Earls. Llegamos un poco mareados por las cervezas así que pedimos agua del grifo para beber, unas costillas crujientes, un sándwich de pollo cajún con cheddar y una hamburguesa con bacon y queso. La última cena del viaje costó 55$CAD/36€.
Volvimos dando un rodeo para ver la torre iluminada con luces de colores. Los bares y pubs estaban a reventar. Fuimos callejeamos hasta el hotel ya que la mayoría de las pasarelas cerraban a las 21h, al menos las que nosotros necesitábamos para acceder.

