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Canadá día 17

Vuelo de vuelta Calgary-Madrid

5 DE AGOSTO DE 2017

Era el último día de viaje y no había excesiva prisa. Por primera vez, no pusimos los despertadores, aun así a las 9 estábamos en pie. Bajamos a desayunar al comedor del hotel y estaba a tope. Una camarera nos consiguió una mesa y pudimos coger lo que quisimos, pero había bastante ruido. Menos mal que en 15 minutos empezó a vaciarse y estuvimos más tranquilos.

Fuimos a preguntar en recepción si podíamos hacer el late check-out (o checking-out como decían allí) y nos permitieron dejar la habitación a las 13:30 sin coste adicional. Cogimos el acceso al Plus 15 y fuimos a dar un paseo por la red de galerías que tanta gracia nos había hecho.

Plus 15 Calgary

Estuvimos un buen rato en el Devonian Gardens comprando algún regalo para llevarnos y nos volvimos a las pasarelas. Cerca del Art Commons, las galerías están decoradas con obras de arte contemporáneo del museo. Nos pareció muy curioso cómo habían integrado las pasarelas con la ciudad.

Salimos a la altura del City Hall y entramos en la biblioteca municipal (nos gusta mucho entrar a verlas). Nos entretuvimos viendo un coche de bomberos de juguete pero a tamaño real que había en la entrada, tenía hasta trajes de bombero para que los niños se los pusieran y entrasen a jugar, una chulada.

Exhibición de bomberos en la biblioteca pública de Calgary

A las 13:35 nos recogió el taxi que habíamos pedido y nos llevó al aeropuerto. Estaba empezando a llover, menos mal que ya nos íbamos. Facturamos sin problemas y pasamos bastante rápido el arco de seguridad. Era un aeropuerto un poco raro pero pudimos encontrarlo todo.

Fuimos directos al Maple Leaf Lounge de Air Canada que teníamos incluido con los billetes Economy Premium. Nos sentamos y aprovechamos para comer allí, sobre todo Antonio que se puso las botas. Sopa de pollo, nachos con guacamole, ensalada de espinacas, cous-cous, cerezas, postres y cafés, las copas ya nos parecieron un exceso.

Nos tumbamos en unos sillones junto a la chimenea que había en el otro extremo de la sala y estuvimos haciendo uso del wifi. Fue uno de los pocos viajes donde desconectamos totalmente ya que no teníamos internet y entonces no había tarjetas de turista.

Avioneta en el aeropuerto de Calgary

Nos dimos una buena caminata hasta llegar a la puerta D76, desde donde salía nuestro vuelo, y no tuvimos que esperar mucho para subir al avión, además, los billetes tenían prioridad. Fue un embarque rápido y a las 18:00 despegábamos. Detrás llevábamos un chaval con parálisis cerebral que en el despegue se puso a gritar pero el resto del vuelo lo pasó dormido. Se despertó para volver a gritar en el aterrizaje, pobre. Ni se enteró de las dos comidas y el picoteo que nos dieron durante el vuelo. Nosotros estuvimos durmiendo a ratos y viendo películas en las pantallas que llevaban los asientos.

Aterrizamos en Frankfurt con un poco de retraso, a las 10:48 hora local (3:48 para nuestros cerebros). Nos tuvieron un rato dando vueltas antes de aterrizar, pero en esta ocasión pudimos hacer la conexión entre terminales sin prisa y pasamos el control de seguridad sin problemas. Ya estábamos en la zona Schengen.

Vuelo Calgary - Frankfurt con Air Canadá

El vuelo a Madrid con Lufthansa salió sin problemas, nos dieron un almuerzo y a las 15:45 aterrizábamos en Barajas. Salimos a la calle y había 42º, queríamos morirnos después de pasar 17 días con una máxima de 25-26º.

Cogimos un Cabify hasta Atocha y preguntamos si podíamos cambiar los billetes al tren que salía antes, pero el sobre coste era excesivo. No tuvimos más remedio que meternos en la Sala Club a esperar y cambiarnos de ropa a algo más fresco. Antonio tuvo que dejar su maleta abierta porque la ropa estaba húmeda, seguramente se habría mojado en Calgary por la lluvia.

A las 18:40 cogimos el AVE a Valencia y allí se acababa la aventura. Habían sido 17 días, 4 vuelos, 9 alojamientos, 2 trenes, 1 Ford Edge, 2 canoas, 3 parques nacionales, 2 cordilleras, 2 capitales, más de 2000km recorridos, 31 lagos, 5 cañones, 20 cascadas, 6 osos, 12 ciervos rojos, 5 ciervos grises, 2 renos, 1 glotón, 1 marmota, 1 cabra montés, miles de ardillas y pikas, más de 164gb en fotos… Una aventura irrepetible.

En el trayecto en tren de vuelta a Valencia surgió la idea de ir a Asia y acabamos ese invierno visitando Japón durante 10 días. Somos incorregibles.