Canadá día 12
Moraine Lake, Consolation Lakes y Lower Spiral Tunnel. Noche en Field
31 de julio de 2017
9º DÍA DE RUTA: MORAINE LAKE (75 KM I/V)
Nos pusimos en marcha a las 7:30 y en media hora estábamos de nuevo desayunando en el salón del hotel. Repetimos el completísimo desayuno del día anterior y recogimos las bolsas de comida que nos habían preparado. El precio del hotel nos incluía un picnic y habíamos elegido ese día.
Cogimos el coche en dirección a Banff y nos salimos de la Trans-Canada Hwy en Lake Louise Village sobre las 10:00h. A unos 900m del desvío hacia el Moraine Lake los coches estaban parados en la carretera, pensábamos que era cola para el lago, que todavía estaba a 12km, y nos arrepentimos de no haber madrugado más. Cuando avanzamos vimos que delante estaban haciendo fotos a un moose (alce) con su cría. Eran enormes y la verdad es que son unos animales bastante feos, pero fue emocionante verlos.

El acceso al lago estaba bloqueado por los Rangers. Nos hicieron esperar en un área de descanso cercana hasta que se vaciase el aparcamiento. Estuvimos unos 20 minutos haciendo tiempo hasta que nos dejaron subir.
Al llegar había muchísimos coches aparcados por la carretera a varios kilómetros del lago, pero encontramos un sitio justo al lado de la puerta de acceso, fue perfecto. Cuando nos bajamos del coche vimos que había una neblina gris que lo cubría todo y olía a humo, debía haberse producido un incendio cerca. Le daba un toque un tanto fantasmagórico.
Subimos al mirador que había en el extremo norte del lago. A pesar del humo, las vistas eran maravillosas, entendimos el nombre del lago ya que las orillas estaban llenas de morrena. Allí arriba nos encontramos a un matrimonio de Sueca (Valencia), muy simpáticos, que nos pidieron hacerles una foto y ya puestos nos hicieron una a nosotros.
También volvimos a coincidir con un grupo de chinos que se gritaban desde arriba a la base del lago, y una canadiense enorme (mediría 190cm) miró a Rafa con complicidad y cara de hastío y se fue directa al chino que gritaba, le hizo «Shhhh» con un gesto de cerrar la boca. El chino se asustó tanto que salió corriendo sendero abajo.

A mitad de camino del mirador salía un sendero que iba hacia Consolation Lakes. Vimos que nadie cogía esa ruta y decidimos empezar por ahí. Es un sendero de unos 6km de ida y vuelta rodeado de abetos, pasa cerca del riachuelo que sale de los lagos y rodea la Torre de Babel (un pico en forma de torre escalonada junto al lago).
De camino bajamos a ver las aguas cristalinas del río y, casi llegando a los lagos, vimos un glotón (al principio lo confundimos con una nutria), menuda suerte estábamos teniendo. Unas americanas escandalosas que venían por detrás lo ahuyentaron antes de que pudiésemos salir de nuestro asombro y le hiciésemos una foto. Odiamos a la gente que no respeta el silencio de la naturaleza.
Un glotón, wolverine en inglés (el animal real que inspira a Lobezno de X-Men), es una mezcla entre un oso pequeño y una nutria, tiene unas largas garras y orejas redondas a los lados de la cabeza y un pelo largo y denso. Su hábitat natural es el norte de Canadá y Europa pero quedan pocos, está en peligro de extinción.
Al llegar a los lagos, la neblina no dejaba ver demasiado por el resol que producía. Estuvimos saltando de una gigantesca roca a otra para intentar llegar a la orilla, hasta que vimos cómo delante de nosotros una chica resbalaba y se metía de lleno en el lago. Fuimos con más cuidado y nos hicimos unas cuantas fotos al borde del agua.
Volvimos un poco más rápido, pero fijándonos bien a ver si veíamos de nuevo el glotón, pero no hubo suerte. Sobre las 13:10 estábamos de vuelta en el acceso al lago Moraine, compramos agua en la tienda que había en la entrada y nos dispusimos a empezar el sendero que bordea el lago por la orilla oeste.
Nos sentamos a comer casi al final del recorrido, bajo unos abetos y con vistas al lago. Ya se había despejado y el cielo estaba azul intenso, el color del agua era una maravilla. Comimos dos sándwiches de jamón asado y queso suizo con lechuga y tomate, unas manzanas y unas barritas energéticas.
Al volver a la zona de acceso decidimos coger una canoa. Nuestro hotel era de la misma cadena que gestionaba el lago y nos regalaban una hora de alquiler. En ese momento hacía mucho sol y calor por lo que estar en medio del lago, con el agua fría, nos vino estupendamente. Nos seguía pareciendo maravilloso el color del agua.
Estuvimos remando hasta el extremo sur, donde desembocaban un par de riachuelos que lo nutrían. Descansamos un rato en mitad del lago disfrutando de las vistas de los picos que nos rodeaban, hasta que se hizo la hora de volver. Uno de las mejores experiencias que hacer en las Rocosas.

A las 17 nos fuimos al hotel. El acceso al lago estaba aún más repleto de coches, casi el triple que cuando habíamos aparcado por la mañana. Descansamos un par de horas en la cabaña, hasta que nos pareció oír el ruido del tren. Salimos pintando para ver si lo pillábamos en el Lower Spiral Tunnel. Cuando llegamos, nos dimos cuenta que había sido una falsa alarma, tocaba volver al hotel.
Pero nada más acceder a la autovía, vimos que aparecía el tren por Field y se acercaba hacia el túnel, ahora sí que no había dudas. Rafa hizo un giro un tanto peligroso y pudimos llegar a tiempo de verlo. Prueba superada.
Desde el mirador se veía como el tren entraba en el túnel (donde hace un giro de 270º), salía un nivel más arriba y se dirigía a los Upper Spiral Tunnel donde repite el proceso. Menuda obra de ingeriría para que los larguísimos trenes puedan superar la gran pendiente de las Rocosas.

Los Spiral Tunnels (Upper y Lower) están situados en Kicking Horse Pass, el tramo más complicado de la línea de ferrocarril del Canadian Pacific Railway en las Rocosas Canadienses. El tren debía ascender de los 330 metros de altitud en Field hasta los 1301 metros en este punto en menos de 16 km, y los estrechos valles y montañas escarpadas no ayudaban. Para salvar el desnivel se idearon dos túneles en espiral que fueron inaugurados en 1909.
A las 21 entramos al restaurante del hotel para cenar. Nos había encantado el primer día y, como era la última noche, decidimos repetir. Pedimos dos cervezas artesanas, una sopa de calabaza, una ensalada de langosta, unos tagliatelle con setas, halibut con verduras en salsa de curry y de postre un smore’s con frutas del bosque y caramelo salado. Esta vez aún salió más caro: 130$CAD/85€, pero en vacaciones hay que darse algún capricho.
Dejamos las maletas recogidas (y lo que nos quedaba de comida), para salir pronto a la mañana siguiente, y nos fuimos directos a dormir.
