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Tromsø día 1

Llegada, check-in y primera aurora boreal

18 de enero de 2018

Salimos de Valencia a las 13 h con la idea de comer en Alicante, ya que el vuelo salía a las 15:55. Fuimos directos al aeropuerto y aparcamos en la zona de larga estancia. Decidimos facturar y pasar directamente a la zona de espera para comer allí y como en todo aeropuerto la comida fue un sablazo, pero llegamos bastantes justos de tiempo para comer en otro sitio.

El vuelo salió puntual y en 4 horas llegamos a Oslo, donde teníamos 1 h y 10 min de escala. El aeropuerto da para mucho, tiene muchísimas tiendas y locales de restauración, con un toque muy nórdico. El paso a la zona de vuelos nacionales es muy curiosa: hay unas pantallas en las que van apareciendo los nombres de los pasajeros que pueden acceder a ella, y una vez sales en la pantalla, escaneas el pasaporte en unas máquinas con puertas automáticas y accedes a la zona de embarque.

El siguiente vuelo salió a las 21 h y aterrizó a las 22:55. Se nos ocurrió mirar por la ventanilla cuando estábamos llegando al aeropuerto y desde el aire vimos nuestra primera aurora, una luz tenue y difusa, pero allí estaba. Ya teníamos el culo inquieto, necesitábamos bajar y buscar un buen sitio para verla.

Del aeropuerto al centro hay varias líneas de autobuses urbanos que tienen horario amplio y hacen varias paradas. Nosotros cogimos el Flybussen que nos dejó justo en la puerta del hotel, pagamos directamente en el autobús 100 NOK por persona, unos 10 euros (este recorrido se puede hacer con los autobuses urbanos 40 y 42, por 50 NOK aunque el trayecto es más largo. Os explicamos todas las opciones de traslado del aeropuerto en la entrada cómo ir del aeropuerto a Tromsø).

Vuelo de ida desde Alicante · Aurora boreal desde la ventanilla

El Scandic Grand Tromsø está en el centro de la ciudad, a pocos metros del puerto y de la catedral. Nos gustó mucho la ubicación. La habitación era un poco justa pero cómoda y tranquila, teníamos el desayuno incluido y el personal fue muy amable en todo momento. Tiene un 8,3 en Booking y para estar en Tromsø, que es una ciudad cara, es de lo mejor en cuanto a relación calidad-precio.

Eran las doce de la noche pero teníamos en nuestra guía un bar que servía hamburguesas hasta las 2, y además estaba a dos manzanas del hotel. El Huken Pub es un local pequeño y muy curioso, tiene varias mesas bajas con una mesita central y un par de mesas altas, es una mezcla entre bar y pub, todo de madera. Muy chulo, con una música bastante buena. La carta es corta, varias hamburguesas, tortitas y patatas rellenas. Una selección de cervezas y te puedes servir agua gratis en la barra, esto se repite en muchos locales de la ciudad. Dos patatas rellenas (99 NOK) con una cerveza (68 NOK) costó 266 NOK, unos 27€, nada caro para ser Noruega.

Huken Pub, Strandgata 22. (TripadvisorGoogle)

Huken Pub

Salimos del pub a la 1:40, bastante cansados del viaje, pero no pudimos evitar mirar la app Aurora Alerts para ver qué probabilidades había de que apareciera una aurora. La aplicación te dice si debes intentarlo o no merece la pena, pero en nuestro caso había un alto porcentaje de probabilidades de verla, así que nos dirigimos al lago Prestvannet, en el centro de la ciudad y con poca contaminación lumínica.

Anduvimos unos 1800 metros por calles empinadas y cubiertas de nieve y hielo, tardamos al menos 45 minutos. A pesar de llevar botas con suela especial y resistentes hasta -30ºC, tuvimos un par de sustos, Rafa llegó a caerse, no se hizo nada pero aterrizó sobre la bolsa de la cámara y al volver a casa hubo que llevar a calibrar uno de los objetivos.

Nada más llegar a los alrededores del parque que rodea el lago, empezamos a ver una aurora, una franja verdosa que cruzaba el cielo, algo bastante fantasmagórico, y muy muy impresionante. Durante al menos 15 minutos estuvo moviéndose tímidamente y cambiando de verdes mas suaves a más intensos hasta que se desvaneció. ¡¡Estábamos alucinados!!

Primera aurora boreal en Tromsø

Volvimos dando la vuelta al lago por senderos cubiertos de nieve. El lago era una masa de hielo cubierta de nieve, parecía más un campo que un lago, con la ciudad y las montañas al fondo. Una estampa muy chula, pero pensándolo ahora no sabemos muy bien qué nos impulsó a hacerlo, eran las 3:15 de la madrugada y estábamos a -15ºC, por calles desiertas y cubiertas de hielo.

A las 4 de la madrugada nos acostábamos contentísimos por haber visto nuestra primera aurora boreal nada más llegar.

En el lago Prestvannet