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Toscana día 3

Galleria dell'Accademia · Clase de cocina · Torre di Arnolfo · Galleria degli Uffizi · Piazzale Michelangelo

28 de mayo de 2017

Subimos a desayunar a las 7:00, teníamos la mañana comprometida con la clase de cocina y queríamos entrar antes a la Galleria dell’Academia para no ir en hora punta.

La zona del desayuno era una de las razones, quizá la más importante, por la que habíamos elegido el hotel Florence Old Bridge B&B. Lo sirven en la azotea, en una terraza con mesas desde donde se ve casi toda la ciudad.

Tuvimos mucha suerte, no había casi gente y hacía un día excepcional, sol y cielo azul. El desayuno era bastante completo, tomamos zumos, café y chocolate, bollería, tostadas con queso y fiambre. Uno de nuestros típicos megadesayunos de viaje. Las vistas y la tranquilidad hicieron que mereciera la pena el hotel, sin ninguna duda.

Desayuno con vistazas

Nos fuimos a la galería y cuando llegamos ya había una cola tremenda. Menos mal que habíamos comprado la tarde de antes la Firenze Card que nos daba acceso a una cola mucho más corta, sólo con 4 ó 5 personas, y a las 8:30 ya estábamos dentro. Recorrimos las salas principales viendo el Rapto de las Sabinas y el David original, entre bastante gente.

Al salir todavía era pronto, teníamos la reserva para una clase de cocina toscana a las 10:00h en la Via Martelli 33, cerca del Duomo. Para hacer tiempo nos sentamos en una terraza a los pies de la basílica a tomar un capuccino. Como no había casi gente a esas horas, no nos acordamos que estábamos en la zona más turística de una de las ciudades más turísticas del mundo y nos cobraron por cada café 5€. Menudo sablazo.

El famoso David de Michelangelo

Galleria dell’Accademia

  • Horario: de martes a domingo de 9:00 a 18:45 (lunes cerrado)
  • Entrada: 12€ (incluida en la FirenzeCard). Se puede hacer reserva anticipada por 4€ más en B-Ticket o llamando al teléfono +39 055 294883.
  • Cómo llegar: Via Ricasoli, 58/60. Parada de autobús Piazza di San Marco (líneas 1, 6, 10, 11, 14, 17, 20, 23, 25, 31, 32, 52, 82, C1

A las 9:45 estábamos puntuales en la puerta de la agencia de actividades My Tour Tuscany Experts. Antonio había reservado la clase de cocina toscana en español como regalo de cumpleaños para Rafa, que sería tres días después. Nos llevamos una sorpresa cuando vimos que el resto de participantes eran estadounidenses o canadienses, todos angloparlantes.

Tuvimos unas palabras con el profesor, que sí hablaba español y decidimos que estando allí no valía la pena ponerse a discutir y aceptamos la clase en inglés (él se ofreció a repetir en español lo que hiciese falta) y nos fuimos hacia el restaurante donde nos la darían. Como era domingo y el mercado estaba cerrado no haríamos la compra antes, a cambio haríamos 3 recetas en vez de dos.

Campanile y Cattedrale de Santa Maria del Fiore

Nos dividieron en dos mesas largas de 7 personas y nos fueron explicando cómo hacer un tiramisú (empezó por el postre para que diese tiempo a cuajarse). Luego hicimos pasta fresca y salsa boloñesa al estilo toscano (con cáscara de limón).

Lo último fue un crostini de tomate, lo que nos pareció un poco chorrada, no deja de ser una tostada de tomate como la que desayunamos en nuestra casa cada día, pero a los americanos les estaba alucinando comer eso tan rico y sano.

Preparando pasta fresca

Al final fue una experiencia muy buena, varias personas hablaban algo de español y Rafa se defiende bastante bien en inglés, todo fue muy ameno. La comida nos encantó (Rafa suele hacer pasta fresca con boloñesa y tiramisú varias veces al año para recordarlo).

Nos despedimos de todos, sobretodo de una abuela canadiense encantadora que se empeñó en darnos dos besos y un abrazo como, según ella, hacemos los españoles, y nos fuimos hacia la Piazza della Signoria.

Y de postre, tiramisú

A las 16:50 subimos a la Torre di Arnolfo, de 95 metros de altura. Desde lo alto había una de las mejores vistas/fotos del centro y el duomo de Florencia. Subimos hasta arriba del todo y estuvimos disfrutando del paisaje y asomándonos a cada ventanuco para ver la ciudad.

Pasamos por el Camminamento di Ronda, que recorría todo el perímetro bajo la base de la torre. Había una zona acristalada en el suelo desde donde se podía ver la réplica del David en la Piazza della Signoria 32 metros más abajo, una vista algo vertiginosa.

Vistas de la catedral y el centro desde la Torre di Arnolfo

Torre di Arnolfo

  • Horario: todos los días de 9:00 a 17:00 (salvo jueves de 9:00 a 14:00)
  • Entrada: 12,50€ (incluida en la FirenzeCard). Cobran 1€ por hacer reserva anticipada
  • Dirección: Piazza della Signoria
Vistas desde las ventanas de la Torre di Arnolfo

A las 17:30 entramos a la Galleria degli Uffizi, varias de nuestras obras preferidas del Renacimiento estaban allí. Vimos el Nacimiento de Venus y La Primavera de Botticelli, el Retrato de Batista Sforza de Piero della Francesca, la Adoración de los Magos y la Anunciación de Leonardo Da Vinci y muchas otras obras que pasamos más de largo.

Galleria degli Uffizi

  • Horario: de martes a domingo de 8:15 a 18:50 (lunes cerrado)
  • Entrada: 20€ (incluida en la FirenzeCard). Se puede hacer reserva anticipada por 4€ más en B-Ticket o llamando al teléfono +39 055 294883.
  • Dirección: Piazzale degli Uffizi 6
Nacimiento de Venus de Botticelli

Salimos de allí a las 18:45, ya empezábamos a tener algo de hambre. Lo habíamos pasado muy bien comiendo, pero los platos fueron un poco escasos para nosotros. Encontramos un local en la esquina del Borgo dei Grecci con la Piazza di Santa Croce que ofrecía el famoso aperitivo, desde las 18:30 hasta las 22:00, por 12€ con una bebida incluida, el resto de las bebidas al precio de la carta.

El aperitivo es una costumbre muy arraigada en el norte de Italia. Todas las tardes, antes de la cena, los bares y restaurantes ofrecen durante un par de horas un picoteo a modo de bufé libre bastante variado y, en ocasiones contundente, incluido en el precio de una consumición (calculad entre 8 – 20€).

OIBÒ, Borgo dei Greci, 1,Firenze (TripAdvisorGoogle)

Tomamos dos rondas de Spritz Apperol y Negroni y comimos del buffet varios bocados. Había de todo, pequeños bocadillos, ensaladas de pasta, patatas, pollo, etc. Al salir hicimos varias fotos de la fachada principal de la Santa Croce, ya entraríamos la mañana siguiente.

Aperitivo en Oibò · Santa Croce

Bajamos al río y cruzamos por el Ponte alle Grazie para seguir la Via di San Niccolo y la Via del Monte alli Croci hasta el Piazzale Michelangelo. Atardecía en menos de una hora y queríamos tener un buen sitio para verlo tranquilos.

A las 20:45 se puso el sol tras los Apeninos iluminando de naranja el río Arno bajo el Ponte Vecchio. Habíamos conseguido un muy buen sitio en el muro del Piazzale y comprado dos birras Moretti frías para disfrutar del mejor momento del día.

Estuvimos un buen rato viendo cómo se oscurecía el cielo y se iluminaba toda la ciudad bajo nuestros pies, con la luz del ocaso nos quedaron una fotos espectaculares. Un sitio muy recomendable para ver el atardecer.

Atardecer en Piazzale Michelangelo con una Peroni
Atardecer sobre Florencia desde Piazzale Michelangelo

Bajamos hacia el Palazzo Pitti, Rafa había reservado en La Mangiatoia, una pizzería con muy buenos comentarios y cerca del hotel. Teníamos la reserva a las 22:00h pero al llegar nos dijeron que la cocina cerraba a las 21:00. Cuando les enseñamos la reserva en la app de El Tenedor, el cocinero dijo que tenía el horno aún caliente, que nos sentaremos y nos darían de cenar. Fueron muy amables (tuvimos problemas parecidos con las reservas de esa app en todo el viaje).

Tomamos dos pizzas, una de atún y cebolla y otra de salchicha y champiñones, un par de jarras de cerveza de medio litro, por si no teníamos suficiente alcohol ese día, y a gozarlo por 24€. Estaban deliciosas.

La Mangiatoia, Piazza San Felice, 8r, Firenze (TripAdvisorGoogle)

Pizzas de La Mangiatoia · Ponte Vecchio de noche

Al salir, todavía nos quedaban fuerzas para acercarnos al Ponte alla Carraia a por un helado de La Carraia, y pasarnos de nuevo por el Mercato Nuovo para tocar el morro del Porcellino, que el día anterior no habíamos podido hacernos la foto pertinente.

Según la tradición popular (documentada desde el siglo XVIII), para tener buena suerte y asegurarse el regreso a Florencia hay que frotar el hocico del jabalí y meter una moneda en su boca, para que resbale por la lengua con el chorro de agua. Sólo se conseguirá el efecto buscado si la moneda logra atravesar la rejilla.

Gelateria La Carraia, Piazza Nazario Sauro, 25/r, Firenze (TripAdvisorGoogle)

Tocaba dormir, nos quedaba el último día en Florencia antes de adentrarnos en la auténtica Toscana.

Tocando al Porcellino · Helado de La Carraia