San Francisco día 6
Isla de Alcatraz · Fisherman Wharf · Palace of Fine Arts · Crissy Fields · SoMa · Crucero nocturno por la bahía
22 de marzo de 2015
Este día estábamos muy emocionados porque íbamos a visitar la famosa Isla de Alcatraz. Después de nuestro rico desayuno en el hotel, esta vez acompañados de una ciega mexicana que está enamorada de España y del funcionamiento de la fundación ONCE, cogemos la línea F del street car en Market St hacia Embarcadero y bajamos en la parada frente a la Coit Tower junto con un trabajador de Alcatraz Cruises, al que seguimos para no perdernos.
A las 9:10 sale nuestro ferry hacia la prisión. Todo el trayecto lo hacemos en la cubierta para disfrutar de las vistas de la isla, la bahía, el Golden Gate Bridge y el skyline de San Francisco. Es un recorrido muy chulo.

Nada más bajar del ferry, nos recibe un ranger un poco «loco» que nos da la bienvenida muy eufórico y nos hace una breve explicación de la visita y de las normas del parque. Subimos hacia el pabellón de las celdas y nos dan una audioguía que nos acompañará durante todo el recorrido. La visita comenzaba en la zona de las duchas, siguiendo el recorrido que los presos hacían al llegar.
Nos parece una de las visitas más impresionantes que hemos hecho nunca, todo el mundo en silencio recorriendo las celdas, pasillos, patios y todos los rincones de la cárcel, escuchando con la audioguía las grabaciones de presos y policías que narraban toda la historia de una manera muy sobrecogedora y amena. No somos muy fans de las audioguías, pero esta la recomendamos.
Es uno de los imprescindibles en San Francisco, no os la perdáis, pero es importante reservar online la visita a la Isla de Alcatraz con mucha antelación.


A las 12 cogimos el ferry de vuelta a San Francisco, de nuevo disfrutando de las vistazas de la ciudad. Paseamos por Fisherman Wharf, que estaba a tope, como siempre, y continuamos la ruta por el distrito de Marina y el Aquatic Park Pier, un muelle semicircular que se adentraba en la bahía.
Desde aquí, nos dirigimos hacia la famosa Ghirardelli Square, antigua fábrica de chocolate fundada en 1893, donde había un montón de restaurantes y cafeterías, a parte de la heladería Ghirardelli Ice Cream & Chocolate Shop. Nuestra intención era comer allí, pero entramos en un diner típico americano y los camareros no nos hicieron ni caso (raro en EEUU), así que nos piramos y acabamos comiendo en otro sitio mucho más auténtico y con un trato excelente, The Buena Vista (especializado en café irlandés). Nos atendió una mujer octogenaria adorable y la comida nos sentó de lujo. Pedimos unas hamburguesas con beicon y queso, ensalada de col y dos cervezas Pale Ale Sierra Nevada. La cuenta subió a 52$.


El día estaba despejado, no había niebla, y decidimos hacer la ruta de 5,5 kilómetros hasta los pies del Golden Gate Bridge. Comenzamos subiendo Fort Mason hacia el puerto deportivo de Marina. La subida es matadora, pero las vistas de Alcatraz desde allí merecen mucho la pena. Arriba del todo había explanadas verdes con un montón de gente jugando al béisbol, al voley y volando comentas con el skyline del barrio de fondo.
Llegamos al Palace of Fine Arts, un edificio neoclásico junto a un bonito estanque construido para albergar obras de arte en la Exposición Universal de 1915 y, sobre todo famoso por aparecer en una de las escenas de la película «La Roca» de Sean Connery. Descansamos un rato en los jardines antes de continuar la caminata, aún nos quedaban 3km.

El camino desde aquí era más llano y discurría por los Crissy Fields, una bonita zona de marismas y playas rehabilitadas, antiguo aeródromo de las Fuerzas Armadas.
Hicimos un montón de fotos del puente durante el recorrido, pero la zona más fotogénica es donde se encuentra el Pacific Coast Federation of Fishermen’s Associations, un conjunto de casas de madera con paredes blandas y tejados rojos rodeados de palmeras con un bonito embarcadero en la playa. Un lugar muy chulo para ver atardecer.

Estábamos reventados de la caminata, menos mal que descubrimos unas líneas de microbuses gratuitos, PresidiGo Shuttle, que nos llevaron de vuelta al Palace of Fine Arts y desde allí cogimos el autobús de la línea 30 hacia Union Square.
Descansamos un rato en el hotel y después de una ducha reconfortante, nos bajamos dando un paseo por el SoMa, un barrio en auge con un montón de restaurantes y locales nocturnos de moda, aunque nuestro destino era el Pier 40 (justo al lado del Oracle Park, el estadio de béisbol de los Giants), desde donde salía el crucero nocturno organizado por el laboratorio IFC (y del que habíamos conseguido las entradas el día anterior).

A las 21:00 subimos al yate. Primero nos dieron una charla sobre un nuevo producto (algo inevitable y que era de esperar) y luego cena con vistas al skyline nocturno de San Francisco.
El evento acabó con un baile y copas acompañados del vaivén del barco mientras surcaba la bahía. Lo que más nos gustó fue el recorrido nocturno pasando junto a la isla de Alcatraz y viendo toda la ciudad y los puentes iluminados por la noche. Aunque chispeaba, salíamos de vez en cuando a la cubierta para disfrutar más de la panorámica.
